El gigante japonés ha dado el pistoletazo de salida a su flota eléctrica, y puede que en Toyota se guarden un as bajo la manga con las baterías de electrolito sólido.
Los japoneses tienen una forma muy particular de pensar y trabajar. Con su ya característico estilo cuadriculado, hace apenas unas semanas que conocimos la estrategia eléctrica de futuro de Toyota. Aunque muchas voces afirman que su entrada en el segmento eléctrico va a ser tardía, no hay que olvidar que Toyota es una de las mayores corporaciones del mundo. Su secreto puede que sean las baterías de electrolito sólido, y vaticinan su llegada muy pronto.
No es la primera vez que oímos hablar de la prometedora tecnología de las baterías de electrolito sólido. Cada cierto tiempo sale un comunicado o se realiza alguna presentación de un nuevo avance. Todo el mundo considera que será el próximo gran salto de la movilidad eléctrica. Pilas de máximo rendimiento energético que prometen grandes autonomías y potencias de recarga inigualables. Todo esto ya lo hemos escuchado antes, aunque todavía no hay ninguna en la carretera.
En cierto modo, Toyota se ha visto obligada a acelerar la llegada de modelos eléctricos. Desde un principio ellos no habían sido partidarios de contar con las actuales pilas de iones de litio. Su estrategia siempre ha sido esperar a disponer de baterías de electrolito sólido. Son el pilar fundamental de su programa eléctrico y de su nueva familia BZ, y por ello estiman que en dos o tres años estarán en disposición de poder incorporarlas en sus primeros modelos.
Toyota prevé empezar a utilizar baterías de estado sólido en sus eléctricos BZ en dos o tres años.
Durante una entrevista concedida a Autoline bajo el paraguas del CES de Las Vegas, el científico jefe de Toyota, Gill Pratt, ha realizado tal anuncio. Obviamente, puede que estemos hablando de una estrategia comercial, un movimiento de marketing, pero no hay que olvidar que hablamos de japoneses y de Toyota, y por ese motivo las alarmas se han disparado. Si lo dicen los japoneses, igual es que hay algo real por detrás.
Dos o tres años es nada. Hablando en términos automovilísticos, es menos de lo que se tarda en desarrollar un modelo nuevo. Eso quiere decir que es posible que la próxima generación de modelos de la compañía ya ofrezca las baterías de electrolito sólido. La verdad es que el bueno del señor Pratt tampoco ha querido entrar en detalles técnicos, aunque sí matizó un detalle importante sobre quienes serán los primeros modelos en usarlas: los híbridos.
Según el científico jefe de Toyota, las primeras baterías de electrolito sólido se instalarán en híbridos convencionales por un simple motivo de costes. Hasta dentro de unos años no será tecnología asequible y, por lo tanto, las primeras unidades dispondrán de baterías de pequeño tamaño para no disparar el precio de venta. Según se mejoren los procesos y se reduzca el precio de fabricación, se irán extendiendo a más modelos, incluyendo unidades 100% eléctricas. Para eso todavía no se han aportado fechas concretas.
