El asesor de Red Bull, Helmut Marko, dice que la decisión sobre el futuro de Liam Lawson se hará pública el próximo mes en medio de la estabilidad actual dentro del programa de pilotos de la organización.
Sergio Pérez había estado bajo presión de cara a las vacaciones de verano y parecía que podría ser reemplazado durante el parón, pero una reunión en la que participaron Marko y el director del equipo, Christian Horner, llevó a la decisión de quedarse con Pérez. Eso significó que no habría ascensos para Daniel Ricciardo ni para Yuki Tsunoda, movimientos que habrían abierto un puesto para Lawson (en la foto de arriba) , pero Marko dice que el futuro del neozelandés se resolverá pronto.
“Es un momento difícil para alguien como Liam, especialmente porque se subió al auto en circunstancias muy, muy difíciles y lo hizo muy bien [la temporada pasada]”, le dijo Marko a ESPN. “Lo valoramos mucho y tendrá su oportunidad. Solo esperen. En septiembre, tendrán una respuesta.
“Daniel se subió al auto y si hubiera sido significativamente más rápido que Yuki, se pensó en traerlo de regreso a Red Bull Racing. Pero también tuvo este altibajo. Por lo tanto, hasta ahora, no cumplía con los criterios para ser un piloto de Red Bull Racing”.
Marko también explicó por qué Red Bull decidió continuar con Pérez a pesar de una mala racha de actuaciones, diciendo que es responsabilidad del equipo proporcionarle un coche en el que pueda rendir de forma más consistente, en lugar de culpar al propio piloto.
“Creemos que podemos darle la vuelta a la situación y hacer que sea más estable para él. Ser compañero de equipo de Max [Verstappen] no es lo mejor en la Fórmula 1. Checo tiene sus méritos: ha ganado carreras”.
“Nuestra discusión no se centró sólo en los pilotos, sino en discusiones habituales sobre qué podemos hacer para mejorar la situación. Tenemos que intentar que el coche sea más fácil de conducir”.
“Cuanto más difícil es conducir el auto, más se nota la diferencia con Max, porque tiene un talento extraordinario. Si la parte trasera se sale, no levanta el acelerador, simplemente piensa: ‘Sí, está un poco nervioso’. Checo dice que es difícil o imposible de conducir”.
“Estar al lado de Max es otra historia. Así que dijimos que intentáramos hacer que el coche fuera más fácil de conducir, que tuviera más equilibrio, que es algo que también quiere Max, y lo mejor era seguir con Checo. El principal problema fue este altibajo. Tuvo algunos resultados muy buenos, muy buenas actuaciones, y al día siguiente estaba a medio segundo más o menos de Max”.