China está a punto de convertirse en el líder mundial de la tecnología de conducción automatizada.
Esto se deduce de una nueva proyección de mercado publicada el lunes por S&P Global Mobility. La firma de consultoría anticipa que China superará a todas las demás regiones en términos de ventas en el mercado de la asistencia avanzada a la conducción y en el mercado de los robotaxis completos para el año 2035.
Jeremy Carlson, director asociado de la práctica de autonomía de S&P Global Mobility, comentó que han observado una gran actividad por parte de los fabricantes de automóviles y una gran cantidad de compromisos en China, lo que sugiere un nivel avanzado de desarrollo en esta área.
Este ascenso de China contrasta con un panorama global más cauto. Según el informe, el entusiasmo previo sobre la rápida llegada de la plena autonomía en los vehículos ha disminuido, y parece que la posibilidad de tener vehículos autónomos de propiedad personal aún está a más de una década de distancia.
Por el momento, los vehículos autónomos se mantendrán en la categoría de robotaxis que operan en regiones específicas, de acuerdo con el informe.
S&P Global Mobility estima que hacia la mitad de la próxima década, circularán por las carreteras del mundo menos de 800,000 robotaxis. La mayoría de ellos, alrededor del 57%, se encontrarán en China continental, según las proyecciones.
La ausencia de regulaciones nacionales no necesariamente representa un obstáculo para la implementación en los Estados Unidos, según lo indicado por Carlson. Sin embargo, China ha desarrollado una estrategia nacional cohesiva para respaldar la implementación, donde las empresas se adaptan a las mejoras de la infraestructura, mientras que las compañías individuales colaboran estrechamente con los gobiernos locales y regionales en áreas específicas para acelerar las operaciones comerciales.
Por ejemplo, el proveedor chino de robotaxis, Baidu, ha expandido rápidamente su presencia en Wuhan. En agosto de 2022, operaba allí con cinco robotaxis, una cifra que ha aumentado hasta aproximadamente 300 en la actualidad. Wuhan es una de las cuatro ciudades chinas en las que Baidu opera.
S&P Global Mobility destacó que los desafíos técnicos y de infraestructura siguen siendo considerables en todas las regiones del mundo. A diferencia de lo que ha ocurrido en algunos lugares de Estados Unidos, donde las autoridades locales de San Francisco han expresado su frustración por el comportamiento problemático de los taxis autónomos en sus calles, en China no se observan señales de inquietud o retroceso.
“Normalmente, le pregunto a nuestro equipo en China si creen que está teniendo lugar un cambio en las expectativas o una revisión de la realidad, pero aún no han confirmado que sea así”.
Esto es especialmente cierto en los niveles más bajos de automatización, los cuales están definidos como Nivel 2 o Nivel 3 según los estándares de ingeniería de la SAE. Según el informe de S&P, los automóviles con estos niveles de automatización siguen siendo el foco de desarrollo de la industria en todo el mundo.
Las empresas automovilísticas chinas están bien posicionadas para incorporar un mayor número de funciones automatizadas, en parte porque muchas de ellas han diseñado desde cero los nuevos modelos de vehículos eléctricos. Estas arquitecturas electrónicas avanzadas facilitan la incorporación de sistemas automatizados más sofisticados. Esto ha preparado a la cadena de suministro del país para una nueva generación de conducción automatizada.
“No hay una sola empresa que lidere esto”, afirmó Carlson. “Hemos visto cómo se ha desarrollado aún más la cadena de suministro en China. No se trata solo de empresas de chips, sino también de proveedores de sensores y empresas de software. Han creado una cadena de suministro sólida y extensa”.
Tanto en China como en otras regiones, hay algunos aspectos en común. La tecnología de asistencia al conductor sigue siendo costosa y, según S&P, el 63% de las ventas mundiales de vehículos en 2035 carecerán de este tipo de tecnología o solo contarán con funciones básicas de asistencia al conductor.
Según las previsiones, los sistemas de asistencia al conductor más avanzados, es decir, aquellos que permiten la conducción sin intervención del conductor o que hacen que el vehículo asuma la responsabilidad de las operaciones, llegarán al 31% de los vehículos nuevos en 2035.