Volkswagen busca evitar aranceles a sus eléctricos fabricados en China: la UE evalúa un nuevo esquema

La Comisión Europea ha iniciado una revisión formal de los aranceles impuestos a los vehículos eléctricos producidos por Volkswagen en China, un proceso que podría redefinir la estrategia de importación de la marca en el continente. La medida surge tras una propuesta presentada por Volkswagen Anhui para reemplazar los aranceles con una cuota anual de importación y un mecanismo de precio mínimo, una alternativa que el grupo considera más viable para mantener su competitividad.

La solicitud tiene especial impacto en Seat-Cupra, ya que el Tavascan, su crossover eléctrico, se fabrica en la planta del grupo en Anhui. La marca española advirtió que el arancel actual —del 20,7%— representa una amenaza directa para su negocio en Europa, donde está impulsando una estrategia agresiva de electrificación.

Un portavoz de Seat confirmó que Volkswagen Anhui y SEAT “han trabajado intensamente” para cumplir todas las condiciones de la Comisión. La propuesta incorpora un límite anual de unidades importadas y un precio mínimo por vehículo, aunque no se revelaron cifras específicas. Si la Comisión acepta el acuerdo, Volkswagen podría recibir una exención del arancel en los próximos meses.

La planta de Anhui es una joint venture en la que Volkswagen posee la mayoría accionaria junto con JAC Automobile Group.

La Comisión Europea ya había abierto la puerta en abril a evaluar precios mínimos de importación como alternativa a los aranceles, siempre que resultaran igual de efectivos y fáciles de supervisar. La revisión actual determinará si la propuesta de Volkswagen cumple con ese estándar y si puede aplicarse sin distorsiones al mercado.

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