Mercedes-Benz sigue reforzando su liderazgo en innovación y desarrollo con la inauguración de su nuevo Centro de Pruebas de Iluminación en el Campo de Pruebas Global de Immendingen, Alemania. Con 135 metros de largo y 8 de alto, se trata de una de las instalaciones más grandes de su tipo en la industria automotriz, diseñada para realizar pruebas precisas y reproducibles sin depender de las condiciones climáticas o de luz natural.

En su interior, se recrea una carretera rural completa con materiales especialmente desarrollados para reproducir el comportamiento reflectante de un asfalto real. Hasta cinco vehículos pueden probarse de manera simultánea, incluyendo simulaciones de tráfico y maniobras con maniquíes peatonales. La inversión alcanzó 10,5 millones de euros, con un tiempo de construcción de dos años.


Pruebas autónomas y digitalización total

Además del nuevo centro de iluminación, Mercedes-Benz también presentó avances en su circuito automatizado de durabilidad Heide, donde vehículos de prueba son conducidos por robots a través de superficies irregulares, baches y adoquines. Este método reduce el esfuerzo humano, mejora la precisión y acelera los procesos de desarrollo.

Cada kilómetro recorrido en este circuito equivale a 150 kilómetros de conducción real, lo que permite validar rápidamente la resistencia de chasis y carrocerías.

Como parte de su estrategia de digitalización del desarrollo, todos los módulos de prueba de Immendingen cuentan con un “gemelo digital”, que replica pistas y vehículos con precisión submilimétrica. Esto permite realizar simulaciones avanzadas antes de las pruebas físicas, optimizando tiempos y recursos.

Según Markus Schäfer, miembro del Consejo de Administración de Mercedes-Benz Group AG y Director de Tecnología, “el desarrollo de vehículos es hoy más eficiente, rápido y sostenible que nunca”.


Un ecosistema global de innovación

Desde su apertura en 2015, Immendingen se ha consolidado como el corazón tecnológico de Mercedes-Benz. Con más de 30 módulos de prueba, 86 km de carreteras simuladas y 256 cruces, este complejo permite reproducir entornos de conducción de Europa, Estados Unidos, China y Japón.

Hasta 400 vehículos pueden circular simultáneamente durante los programas de prueba, en un entorno que también integra medidas ecológicas, como rebaños de ovejas y llamas para el mantenimiento natural del paisaje.

La marca ha invertido más de 400 millones de euros en el desarrollo y expansión del recinto, que hoy cuenta con más de 250 empleados permanentes y espacio para 2.100 ingenieros y técnicos adicionales durante los picos de actividad.


Mirando hacia adelante

El campo de pruebas de Immendingen representa más que un laboratorio de desarrollo: es un microcosmos del futuro automotriz. La integración de la automatización, la simulación digital y la sostenibilidad ambiental anticipa la nueva era de ingeniería de Mercedes-Benz.

De aquí en adelante, cada innovación que salga de Immendingen será el resultado de un equilibrio entre tecnología de precisión, inteligencia digital y respeto por el entorno.