El director ejecutivo de BMW, Oliver Zipse, se mostró optimista ante la posibilidad de que la Unión Europea y Estados Unidos alcancen pronto un acuerdo comercial “manejable” que permita aliviar las tensiones sobre los aranceles a las importaciones de automóviles.
Sus declaraciones del 11 de julio se dieron durante un evento de la compañía en Múnich, justo un día después de que el expresidente Donald Trump anunciara que la UE podría recibir una carta oficial con la propuesta estadounidense sobre el tema.
“Soy optimista y creo que habrá un resultado manejable, pero tenemos que esperar el resultado”, afirmó Zipse, aludiendo a las conversaciones comerciales que mantienen la administración estadounidense y la Comisión Europea.
Un posible “mecanismo de compensación”
Según explicó el directivo de BMW, una de las alternativas que se evalúan es la creación de un “mecanismo de compensación” que permitiría equilibrar las importaciones con las exportaciones de vehículos. Esta fórmula no se centraría únicamente en la cantidad de autos exportados, sino en su valor total, lo que en el caso de BMW representaría más de 10.000 millones de dólares en 2024.
“Tenemos un punto importante porque somos el mayor exportador de automóviles de Estados Unidos”, recordó Zipse. Solo en 2024, BMW exportó desde su planta en Spartanburg, Carolina del Sur, alrededor de 225.000 unidades a mercados fuera del país. Por eso, una fórmula de compensación basada en el valor de exportación beneficiaría directamente a la marca bávara.
De alcanzarse un acuerdo, este mecanismo también podría extenderse a las importaciones de autopartes, lo que ofrecería alivio a otros actores clave de la industria automotriz.
La UE busca aliviar tensiones
Las conversaciones entre Bruselas y Washington han ganado ritmo en las últimas semanas. Según fuentes citadas por Reuters, la Comisión Europea ya propuso un paquete de medidas orientadas a reducir la presión comercial. Estas incluirían incentivos a la exportación e inversión, además de recortes mutuos a ciertos aranceles actualmente vigentes.
Los fabricantes de automóviles europeos, especialmente aquellos con presencia industrial en Estados Unidos como BMW, siguen de cerca estas negociaciones. Las elevadas tasas arancelarias impuestas por Estados Unidos en los últimos años han obligado a muchas marcas a reconfigurar sus cadenas de suministro y sus estrategias de producción global.