La FIA y la FIFA han amenazado con abandonar París debido a los impuestos franceses. Ambas instituciones tienen oficinas, y la FIA tiene su sede, en la capital francesa.

En un comunicado de prensa conjunto, enviado a la Agencia France Presse, las dos instituciones explicaron lo que podría llevarles a tomar tal decisión. La FIA, creada en 1904, tiene su sede en la Place de la Concorde, donde reside desde su creación. Esta sede parisina se encarga en particular de la comunicación y las relaciones internacionales, así como de las cuestiones de movilidad. La filial de Ginebra (Suiza) está más centrada en las decisiones deportivas.

La FIFA, la federación que rige el fútbol a nivel mundial, está establecida en París a través de una sucursal local creada en 2021, responsable de las relaciones con las federaciones. Su sede se encuentra en Zurich, Suiza, pero la creación de la oficina de París podría constituir un primer paso antes de un cambio total de las autoridades del fútbol. Esta medida podría ser posible gracias a una serie de disposiciones fiscales implementadas por el gobierno francés.

El Consejo Constitucional dice basta

Estas disposiciones habrían tenido como objetivo hacer que Francia volviera a ser atractiva para las federaciones mundiales de diferentes deportes, incluido el fútbol, ​​mientras se preparan para acoger los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este año. El Consejo Constitucional, sin embargo, invalidó esta propuesta, citando desigualdad en materia fiscal. Es esta invalidación la que cuestionan la FIA y la FIFA en su comunicado de prensa conjunto.

“Aunque Francia es la cuna del deporte del motor, la competencia internacional, especialmente en términos de costes laborales, y la globalización del deporte, debilitan esta posición “, explica Xavier Malenfer, director de relaciones institucionales e internacionales de la FIA. “Sin aclaraciones, mediante el reconocimiento de un estatus específico a las federaciones deportivas internacionales, hay pocas esperanzas de que las actividades de la FIA se desarrollen más, a pesar de todos los activos indiscutibles en París”.

El principal obstáculo identificado para este atractivo francés es la ausencia de un estatuto jurídico propio para las federaciones internacionales. Según la legislación francesa, tienen el estatuto de asociaciones y no pueden ser consideradas ni organizaciones internacionales ni empresas. Lo que tiene consecuencias concretas sobre sus actividades, su fiscalidad y, en última instancia, sobre su interés de estar en Francia”.