Una vez más, el monegasco confirmó sus buenas sensaciones con el SF-24 en el día que cuenta, realizando la recuperación necesaria para garantizarle aún el top 3 del ranking mundial.

Si estoy contento con el cuarto puesto, entonces tengo que irme a casa “. Así habló Charles Leclerc para Sky Sport F1 , tras finalizar el GP de Japón de 2024  en cuarta posición. Palabras que resuenan con un dejo de decepción teniendo en cuenta que, como en Bahréin, el único mono rojo que destaca en el podio es el de su compañero Carlos Sainz . El español, si no tenemos en cuenta la única carrera en la que no participó en Arabia Saudí, siempre ha conseguido situarse detrás de su vecino en el garaje, manteniendo por ahora su presencia en uno de los tres primeros escalones.

Sin embargo, la carrera del monegasco fue muy respetable. Todo piloto siempre tiene el objetivo de llegar a la meta antes que los que conducen el mismo coche, pero, en días como estos, también puedes aceptar con gusto una honesta medalla de madera. El número 16 lo declaró muy abiertamente: el resultado se maximizó una vez más y lo que más influyó en su actuación fue una calificación decepcionante, normalmente una de las cualidades más destacadas del joven de 26 años, si no la más estimulante de su talento. Sin embargo, durante dos fines de semana, el sábado de Leclerc ha sido incoloro, carente del toque mágico con el que a menudo ha eliminado a sus fans.

Pero Charles siempre ha garantizado una cosa hasta ahora: un domingo concreto e impecable (excluyendo la ligera excursión antes de su regreso a boxes en Suzuka, que al final no influyó en el resultado final), siempre al ataque y nunca encima de las líneas. Esto es algo que se le ha reprochado muchas veces, sobre todo al principio y en algunas ocasiones el año pasado. En un campo su actuación fue particularmente brillante. Un ámbito difícil y delicado, como el de la gestión de neumáticos.

El primer período del monegasco con el medio fue prácticamente perfecto, con los tiempos por vuelta permaneciendo constantes o incluso disminuyendo gradualmente. Un período que era francamente impensable hace apenas seis meses, cuando se corrió por última vez en Suzuka. Con un rendimiento y un ritmo similar, no fue una sorpresa ver que Charles fue el único capaz de hacer funcionar la estrategia de una sola parada, lo que le permitió ganar cuatro posiciones respecto a la posición inicial. Una decisión, la de la parada única, fuertemente sugerida por radio por el propio Leclerc, como se vio horas después de la carrera. El salto del octavo al cuarto puesto le permite no perder demasiado terreno con respecto a Sergio Pérez, que vuelve a ser segundo en la clasificación, y mantenerse por delante de Sainz, aunque Carlos sigue penalizado por el agujero en Arabia Saudí.

¿Hay que hacer cálculos, los relativos al ranking? Evidentemente no, pero son interesantes si los comparamos con los de la temporada pasada. De hecho, hablamos de una diferencia positiva de más de treinta puntos: 59 en 2024 frente a sólo 28 en 2023. Y de esos 28, siete se deben al segundo puesto en el Sprint de Bakú, mientras que este año el primero del corto carreras ‘tendremos en China en dos semanas.

Para Leclerc es un comienzo de temporada que depende mucho de las peculiaridades del nuevo Ferrari, menos puntuales en la clasificación pero más concretas en carrera. Por tanto, será necesario trabajar el sábado para tener más posibilidades que el domingo. Ferrari es sin duda la segunda fuerza en la carrera, pero empezar desde atrás significa perder tiempo (y ritmo), por lo que se requieren estrategias alternativas para volver a la cima como la de Suzuka.

En Maranello, en este momento, pueden contar con una excelente pareja de pilotos, dispuestos a sacar el máximo partido de un generoso SF-24. Ya no es un problema molesto como su predecesor, sino más dócil y amable con los neumáticos. Sainz, a pesar de las noticias recibidas respecto a 2025, parece estar en el mejor momento de su carrera. Charles está luchando más de lo esperado donde probablemente siempre ha sido el mejor. Pero tiene las posibilidades (y el talento) para volver al frente como ya lo demostró en el pasado.