CEO de Toyota Latinoamérica autos eléctricos El ejecutivo Masahiro Inoue estimó que el uso masivo de “los autos a batería va a demorar mucho” en la región aunque corporativamente no se pierde de vista la necesidad de dar impulso a la transición hacia la movilidad sustentable.
Toyota cumplió esta semana 25 años fabricando vehículos en la Argentina y los planes de la compañía apuntan a consolidarse como el líder del país en ventas, producción y exportaciones. También buscará a seguir expandiéndose en toda Latinoamérica, sin perder de vista la necesidad de dar impulso a la transición hacia la movilidad sustentable.
El objetivo de lograr la neutralidad de carbono para 2050, una de sus aspiraciones mundiales en materia de protección ambiental, establece principios y criterios para tener en claro hacia dónde debe dirigirse.
Sin embargo, el objetivo de llegar a emisiones equivalentes a cero mediante la eliminación gradual del uso de los combustibles fósiles se demorará en la región, al menos en relación a Japón.
“Latinoamérica no está preparada, porque es diferente a Japón. Geográficamente es gigantesca … La infraestructura no está preparada todavía”, comentó Masahiro Inoue, CEO de Toyota para Latinoamérica y el Caribe, a Bloomberg Línea.
En Argentina, la pickup Hilux, que se produce en la planta de Zárate, provincia de Buenos Aires, es la más vendida del país hace 16 años. Las expectativas para este año son positivas, a pesar de la compleja coyuntura del país, junto al inesperado conflicto bélico en Ucrania, según destacó Inoue, quien viajó a la Argentina en el marco del aniversario de la empresa automotriz en el país.
¿Qué balance puede hacer en esta fecha de aniversario?
Estoy muy feliz y orgulloso de que este proyecto sea un éxito en Brasil y Argentina. Los consumidores están confiando en nuestro producto. Estoy muy feliz por estos 25 años en Argentina.
La camioneta más vendida en el país es la Hilux, ¿ven que es un mercado que tiene margen para crecer?
Estamos muy contentos. La pickup tamaño mediano no existía en Latinoamérica. Solamente se producían las grandes y Toyota comenzó a exportar de Japón para Latinoamérica la Hilux. El volumen era muy pequeño, pero comenzaron a tener éxito en Chile, Perú, Argentina y Brasil. Ahí decidimos invertir dinero y producir en Argentina.
No es solamente atender clientes en el país, pasamos a exportar. Primero era solamente Brasil y Paraguay, pero después comenzamos a expandirnos. Ahora estamos en 22 países de Latinoamérica que compran las pickup hechas en Argentina. Me causa mucho orgullo.
A nivel regional, ¿cómo ve el mercado automotriz?
En Latinoamérica, se venden cinco millones de autos nuevos por año. Es un tamaño casi igual que el de Japón. Los mercados son parecidos. Yo pienso con certeza que el potencial latinoamericano es mayor que el de Japón incluso, porque allí ya está cayendo. En América Latina todavía crecemos. Aún hay mucho potencial de mercado. En los próximos 25 años esto será todavía mayor. Es la sensación que yo tengo.
¿Cómo ve los desafíos vinculados con la emisión para la industria automotriz durante los próximos años?
La neutralidad de carbono es un desafío para todo el mundo. La industria automotriz, el sector de la energía, del petróleo, cada uno tiene responsabilidades. Toyota tiene que contribuir a la neutralidad de carbono para el negocio en el mundo entero y en Latinoamérica también. Es un desafío muy grande para el negocio en Argentina, Brasil y toda Latinoamérica.
¿Cómo se puede llevar a cabo ese desafío? ¿Lo ven posible?
Toyota tiene cosas que puede controlar y cosas que están fuera del control de la empresa. Por ejemplo, la energía generada en Paraguay es 100% hidráulica. El tamaño del país es pequeño, pero, por ejemplo, la usina hidroeléctrica Itaipú, que es mitad de Brasil y mitad de Paraguay, da la mitad de la energía para paraguayos 100% hidráulica. Eso es muy bueno. Sin embargo, en un caso como el de Argentina, que es un país más grande que Paraguay, la electricidad está emitiendo CO2.
En cuanto a la sustentabilidad del sector, ¿cómo ve el futuro de los autos híbridos en el país y, particularmente, de los eléctricos? ¿Qué tan probable es que predominen en la Argentina en algún momento?
Nosotros producimos autos híbridos como el Corolla y el Corolla cross en Brasil. En Argentina producimos la pickup Hilux, a diésel y gasolina. La sustentabilidad, junto a la neutralidad, es el desafío para Toyota. Para los vehículos con baterías, Latinoamérica no está preparada porque es diferente a Japón. Geográficamente es gigantesca. Japón es pequeño y Argentina es 24 veces mayor que Japón.
La infraestructura no está preparada todavía. En Japón, el Gobierno tiene libertad en el dinero para invertir en infraestructura. Ahora yo vivo en Brasil y viajo para la Argentina y son dos países gigantescos. Los autos a batería van a demorar mucho.
Falta mucho para lograr un sistema masivo de autos híbridos pero, ¿tiene algún estimativo de tiempos? Por ejemplo, hay un proyecto del Gobierno argentino que promueve incentivos a 20 años para impulsar el uso de tecnologías de menor impacto ambiental.
El Gobierno argentino está pensando sinceramente en cómo disminuir el CO2. Eso no pasa en una semana, ni en un año. Va a demorar veinte, treinta años. En los países europeos como España, Francia, Noruega, generalmente, el tamaño geográfico es pequeño, entonces la electrificación va a una velocidad rápida.
En Argentina, con un tamaño tan gigantesco, necesita mucha inversión en infraestructura. Creo que esto puede demorar un poco más. Por eso, conforme a la velocidad de la infraestructura, Toyota tiene que ofrecer modelos adecuados para los consumidores.
Para 2022, ¿cuál es el próximo objetivo que se plantea Toyota a nivel regional y en la Argentina?
El año pasado, en Toyota Argentina producimos 142.000 unidades de pickup y exportamos el 70%. El 30% fue venta nacional. Creo que la demanda en Argentina y países de exportación será mayor que la del año pasado, entonces, tenemos que producir y exportar. Ese será un desafío. Además, faltan piezas.
Intentamos producir lo máximo posible, pero el resultado final de este año no lo sé. ¿Cuántos serán? ¿150, 160? O podría pasar que sean menos unidades que el año pasado por la confusión global, la economía, la logística y también la guerra entre Rusia y Ucrania, lo cual es muy preocupante.
Entonces, la demanda va a estar y va a crecer, pero el problema son los temas externos que van a interferir en ese proceso.
La demanda sube, pero la oferta es el problema. Todavía, el 20%, 25% de las piezas no se fabrican acá, entonces, las deben traer de Japón u otros países de Asia. Si al auto le falta el volante, no se puede vender. Eso es lo que está pasando. Si falta una pieza, el auto no está completo y no lo podemos entregar a los clientes.
Mencionaba la guerra entre Rusia y Ucrania, ¿qué consecuencia ve en la empresa, en el sector, a causa de este conflicto bélico?
No sé lo que puede pasar. Toyota tiene una fábrica en Rusia, es decir, que fabrica y vende en Rusia. En Ucrania tenemos distribuidores. Están paralizados ambos. Tenemos que pensar en parar esa guerra. Cómo afectará la economía mundial, no tengo una visión clara. El mundo entero está conectado: las piezas, la información, la mano de obra, el flujo de dinero.
Todo está conectado. Produciendo pickups en Buenos Aires, el 70% se exporta. Si la economía cae, la Argentina va a perder. Nadie tiene una visión clara sobre lo que va a pasar, entonces vamos a maximizar la producción hoy.
¿Tienen pautado el próximo paso, la próxima inversión en la región o en la Argentina?
Brasil y Argentina son dos países que fabrican pickups y autos, negociando con cadenas de proveedores y creando empleos. Es muy importante para mí. La guerra un día va a acabar, entonces me gustaría mantener las fábricas en la Argentina, en el Mercosur y generar empleo siempre, comprando piezas nacionales, atendiendo clientes de exportación y crecer sustentablemente. En Latinoamérica todavía estamos creciendo y eso es muy importante.
Fuente: portalmovilidad.com