La empresa Hino compró las licencias para fabricar el auto francés en suelo japonés

Fue uno de los primeros autos populares en el país nipón tras la Segunda Guerra Mundial

La industria automotriz japonesa es respetada y admirada desde hace ya mucho tiempo. Sus comienzos a ojos del mundo fueron por otra parte complicados, con la elaboración de vehículos de pequeño tamaño así como otros que directamente eran licencias de fabricación de otras marcas ya consolidadas, como en el caso de hoy, el Renault 4-4 fabricado en el país del Sol Naciente.

La japonesa Hino comenzó su andadura en el año 1910 como una empresa energética, que rápidamente dio un cambio a su estrategia comercial para diseñar y fabricar también camiones y autobuses. En este campo fueron pioneros durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial con grandes vehículos como autobuses con trailer y trolebuses.

Por otra parte, Francia había lanzado al mercado en 1947 el denominado 4CV o 4-4, un pequeño pero espacioso modelo de la misma estirpe que los 2CV o ‘Beetle’, llamados a poner sobre ruedas y motorizar al pueblo llano, muy tocado por cierto en esa época por los estragos de la guerra. ¿Su nombre? Hacía referencia a las cuatro puertas, plazas y caballos fiscales que declaraba su motor.

Su motor de cuatro cilindros, tracción trasera, algo más de 700 centímetros cúbicos y apenas 20 caballos montado en posición trasera era suficiente para mover con soltura este pequeño coche que hizo historia en su país natal al convertirse en el primer modelo nacional en superar el millón de unidades vendidas. Características del modelo que quedan para la posteridad son su puertas delanteras de tipo ”suicida” y el hecho de que fue el primer proyecto de la marca en que no tomó parte su presidente, pues Louis Renault no concebía las palabras ‘automóvil’ y ‘asequible’ en la misma frase. El desarrollo se llevó a cabo a sus espaldas.

Este coche también fue fabricado dentro de nuestras fronteras, en Valladolid, y vendido aquí como 4-4. Del mismo modo, su fabricación también se llevó a cabo en países tan dispares como Canadá o Australia, pero quizá el modelo más llamativo fue el construido en Japón.

Y es que el 26 de febrero del año 1953, Renault y Hino llegaron a un acuerdo para la fabricación y comercialización de éste en el país del Sol Naciente. Este se vendería bajo el emblema de Hino Renault PA62 y, aunque en primera instancia se enviaban las piezas a Japón desde Francia para su ensamblaje, los japoneses terminaron por agrupar tanto el ensamblaje como la propia fabricación de todos los elementos en el país.

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Este hecho no estuvo exento de problemática, pues la falta de experiencia, preparación y comunicación con los diversos proveedores por parte de los japoneses derivaba en que muchas piezas no encajaban cuando llegaban a la línea de montaje. No obstante, su fabricación continuó hasta 1961, cuando dejó de construirse asimismo en el resto de factorías del mundo.

Pero los ingenieros de Hino veían futuro en esta clase de automóviles para su mercado. De modo que en este pretexto cogieron la base del 4CV para desarrollar un nuevo modelo, el Contessa 900, disponible poco tiempo después de que cesase la producción del primero. Compartía la disposición trasera de la mecánica, pero crecía en todas las cotas, desde la batalla hasta la anchura y altura, junto con un nuevo estilo de carrocería tipo berlina adaptado al lenguaje estilístico de los años 60. Su motor se engrandecía hasta los 893 centímetros cúbicos para una potencia de 35 caballos. Hubo incluso una versión Sprint de dos puertas y carrocería coupé.

Si retornamos a la época actual, Hino recuperó con el tiempo la fabricación de vehículos de gran tonelaje con éxito y se consolidó en este nicho de mercado. A comienzos de la década de los 90 toman parte en el Rally Dakar y vuelven a hacer historia al lanzar al mercado el primer autobús urbano híbrido de la historia. En los tiempos más recientes están enfrascados en el desarrollo de versiones eléctricas de sus furgones comerciales e incluso de autobuses urbanos propulsados por pila de combustible.

popular Renault Guerra Mundial
popular Renault Guerra Mundial

Último desarrollo de Hino en colaboración con Toyota e Isuzu, un autobús a pila de combustible

En lo que respecta a Renault, consiguió vender más de 1,1 millones de unidades del 4-4 en todo el mundo, 170.000 de ellas en suelo americano, un continente en el que siempre ha querido dejar huella, pero que por distintas razones nunca ha podido consolidar. En el país nipón es otra historia, ya que lleva presente desde hace mucho tiempo. Actualmente vende prácticamente su gama al completo tal y como la conocemos, desde el Twingo hasta el Arkana pasando por la Kangoo. Curiosamente, el Clio cambia de nombre en este mercado para pasar a llamarse Lutecia.

Tampoco hay que olvidar que la firma francesa todavía forma parte de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, contando ésta con una participación mayoritaria del 43,3% en las acciones de la Nissan Motor Company.

Fuente: soymotor.com

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