La Fórmula 1 sumará un nuevo integrante en 2026 con la llegada de Cadillac, y el equipo estadounidense asegura que su proyecto no tiene límites. Así lo sostiene Graeme Lowdon, director de Cadillac F1, quien destacó que la estructura nace con una visión a largo plazo respaldada por recursos financieros y tecnológicos de primer nivel.
La incorporación de Cadillac marcará la primera expansión de la parrilla en una década, pero Lowdon reconoce que los primeros pasos llegan en un escenario incierto debido al cambio de reglamento técnico que entrará en vigor en 2026.
Un inicio impredecible, pero con ambiciones claras
“Es imposible predecir dónde estaremos el próximo año”, aseguró Lowdon. “Nadie lo sabe. Y si alguien dice que sí, ¡se lo está inventando!”. Aun así, Cadillac ya trazó una hoja de ruta para su temporada debut, con foco en su capacidad operativa y eficiencia interna.
Según Lowdon, la prioridad será medir el rendimiento en todo aquello que el equipo pueda controlar. “Con el respaldo que tenemos, nuestras ambiciones son ilimitadas. No estamos aquí para acompañar; estamos aquí para construir un equipo exitoso”.
Lowdon también fue enfático en reconocer la dificultad de competir contra estructuras con décadas de experiencia. Sin embargo, resaltó que Cadillac está reclutando talento de primer nivel para acelerar su curva de aprendizaje.
Un proyecto pensado a cinco años
Dan Towriss, director ejecutivo de Cadillac F1 y TWG Motorsports, coincide en que el verdadero objetivo se alcanzará cuando la operación cumpla cinco años, un horizonte que también ha mencionado Audi para su propio proyecto.
“Cinco años es el plazo adecuado para luchar por podios, victorias y eventualmente por un campeonato”, explicó Towriss. El foco inicial estará en el desarrollo del auto —ya sea impulsado por un motor Cadillac o Ferrari— y en qué tan rápido pueda evolucionar el equipo con datos reales de pista.
Towriss subraya que Cadillac parte en desventaja frente a equipos más asentados, cuyas herramientas y modelos están calibrados con años de información. Pese a ello, confía en la experiencia acumulada por el personal que llega desde otras escuderías de la F1.
El verdadero indicador: el ritmo de mejora
Tanto Lowdon como Towriss coinciden en que el éxito de Cadillac se medirá por su capacidad para mejorar cada fin de semana. Con una hoja en blanco, el equipo busca construir procesos modernos y eficientes que permitan introducir actualizaciones de forma constante y efectiva.
“El punto de partida puede sorprendernos para bien… o no”, admite Towriss. “Si quedamos últimos —espero que no por mucho— lo importante será qué tan rápido podamos mejorar después de eso”.
Con un proyecto ambicioso, respaldo sólido y la determinación de convertirse en un contendiente real, Cadillac inicia su camino en la Fórmula 1 con una mezcla de realismo y ambición que promete añadir una nueva capa de competencia a la parrilla de 2026.