Tesla ha lanzado nuevas versiones de entrada del Model Y y el Model 3, con precios por debajo de los US$ 40.000 dólares, pero a costa de varios recortes que están generando controversia entre los seguidores de la marca.
El objetivo es claro: reducir costos para mantener márgenes y ofrecer precios competitivos tras el fin del crédito fiscal federal para vehículos eléctricos en EE. UU. el pasado 30 de septiembre.

Un ahorro de hasta US$ 5.000

Según estimaciones de firmas como AutoForecast Solutions y A2MAC1, Tesla eliminó cerca de 5.000 dólares en costos en los modelos base, aplicando cambios tanto estructurales como de equipamiento.
Los ajustes incluyen una batería más pequeña (−10 % de capacidad), motor menos potente, rines de menor tamaño y la eliminación de algunos elementos de confort.

Cambio Ahorro estimado
Reducción de la batería (10 %) US$ 1.500
Motor menos potente US$ 600
Rines 1” más pequeños y amortiguadores pasivos US$ 700
Ajuste manual del volante US$ 20
Sustitución parcial de cuero sintético por tela US$  50–70
Consola abierta en lugar de compartimento cerrado US$  40–50

El resultado:

  • Model 3 Standard: desde US$  38.630 con envío.
  • Model Y Standard: desde US$  41.630, unos US$  5.000 menos que el anterior modelo básico.

El techo de cristal que ya no deja ver el cielo

Uno de los recortes más comentados es el del techo panorámico del Model Y.
Aunque Tesla mantiene el panel de vidrio, ahora está cubierto por un tapizado completo de tela, lo que elimina la sensación de amplitud característica de la marca.
El Model 3, en cambio, conserva su techo de cristal visible.

“Es una decisión extraña poner un techo de cristal y luego cubrirlo con tela”, comentó el youtuber Branden Flasch, propietario de un Model Y.
Analistas de A2MAC1 señalan que el cambio ahorra unos 120 $ en materiales, además de permitir reducir el aislamiento acústico en otras zonas del vehículo.

Batería, potencia y rendimiento

La autonomía del Model Y Standard se reduce a 515 km, frente a los 573 km del Model Y Premium, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,8 s (antes 5,4 s).
Tesla logra así un ahorro adicional de hasta US$ 2.500 dependiendo del tipo de batería —y podría alcanzar los US$ 5.000 si cambia a celds de hierro fabricadas en Norteamérica.

“El cambio más evidente es la pérdida de la respuesta de latigazo al pisar el acelerador”, indicó Edmunds, comparando la versión base con la anterior. “La respuesta lenta ahora se asemeja más a la de un Honda CR-V que a la de un Tesla tradicional”.

Menos confort y tecnología

Tesla también recortó en detalles interiores:

  • Ajuste manual del volante (sin memoria de usuario).
  • Inserciones de tela en los asientos, solo interior negro.
  • Sin asientos ventilados ni iluminación ambiental.
  • Sistema de audio con menos parlantes.
  • Portavasos traseros integrados al respaldo en lugar de reposabrazos abatible.

Además, los modelos base ya no incluyen el asistente de mantenimiento de carril, una función antes estándar dentro del Autopilot. Quienes deseen recuperarla deberán comprar el paquete completo de asistencia avanzada por US$ 8.000.

“Un juego de centavos”

Elon Musk ya había advertido sobre los riesgos de reducir costos en exceso.
Cualquier ingenuo puede reducir el costo de un auto empeorándolo y eliminando funciones”, dijo en 2023.
Aun así, Tesla parece haber aplicado esa lógica para conservar competitividad en un mercado cada vez más agresivo.

Algunos analistas creen que el nuevo Model Y Standard podría funcionar como una estrategia de entrada, diseñada más para atraer compradores al configurador que para convertirse en la opción más vendida.
“Pueden decir que el coche empieza con un precio bajo, pero en realidad quieren que la gente actualice”, señaló Ryan Shaw, creador de contenido sobre vehículos eléctricos.

Entre el ahorro y la identidad

Los recortes pueden ayudar a Tesla a mantener márgenes y precios competitivos, pero el debate sobre la pérdida de “esencia Tesla” continúa.
La reducción de prestaciones, materiales y funciones plantea una pregunta central:
¿puede Tesla seguir siendo Tesla si sus autos comienzan a parecerse más a sus rivales convencionales?

Por ahora, la marca de Elon Musk apuesta por el volumen y la eficiencia.
Pero si la experiencia de conducción deja de sentirse premium, el ahorro podría salir más caro de lo esperado.