El director del equipo Sauber, Jonathan Wheatley, no duda en afirmar que la actual pareja de pilotos —el debutante Gabriel Bortoleto y el experimentado Nico Hulkenberg— es la más unida y colaborativa que ha visto en su trayectoria dentro de la Fórmula 1. Una química que, según él, está siendo clave en el impulso competitivo que vive la escudería antes de su transición oficial a Audi en 2026.
Bortoleto llegó a la máxima categoría tras conquistar títulos consecutivos en Fórmula 3 y Fórmula 2, y ha sabido ganarse rápidamente el respeto de su compañero. “Gabriel tiene una ética de trabajo fantástica. Está demostrando en todos los sentidos ser la futura estrella que esperábamos que fuera. Y Nico forma parte de ese camino con él”, destacó Wheatley.
En apenas cuatro carreras, el brasileño ha sumado 14 puntos, incluido un sexto puesto en Hungría, su mejor resultado hasta ahora. Un rendimiento que impresiona aún más si se tiene en cuenta que, a diferencia de otros rookies, no ha acumulado miles de kilómetros de pruebas antes de su debut en F1.
Para Wheatley, el progreso de Bortoleto es tanto mérito propio como resultado de un entorno colaborativo. Hulkenberg, con su amplia experiencia, ha aportado información y apoyo técnico que han acelerado la adaptación del joven piloto, reforzando la estructura de trabajo en pista y en fábrica.
“El entendimiento mutuo entre ambos es increíblemente importante. Como equipo, estamos muy contentos con nuestros dos pilotos”, afirmó el director. “Esta relación, sumada a la evolución de Gabriel y a la consistencia de Nico, nos está dando una base sólida para lo que viene”.
Sauber, que ya muestra signos de recuperación en el presente, apuesta a que esta combinación de juventud y experiencia sea la pieza clave para consolidarse en el competitivo pelotón medio de cara a la nueva era Audi.