Laurent Mekies debutó oficialmente como director del equipo Red Bull en una conferencia de prensa marcada por la expectativa, el simbolismo y, sobre todo, la claridad. En medio de semanas intensas tras la sorpresiva salida de Christian Horner, el francés se mostró sonriente, confiado y, sobre todo, enfocado en un objetivo: devolver la estabilidad competitiva a una escudería que, tras dominar en 2023, hoy enfrenta más preguntas que respuestas.
“Estos chicos se entregan al máximo en cada aspecto. Realmente están en guerra, en el buen sentido”, aseguró Mekies ante los medios en Spa. Desde su llegada a la base de Milton Keynes, el nuevo jefe ha sido testigo directo del talento y la intensidad del equipo. Ahora, su tarea principal es canalizar esa energía, reducir el ruido mediático y reforzar la cohesión interna.
Una llamada inesperada
El nombramiento de Mekies fue tan sorpresivo para él como para el resto del paddock. “Me llamaron Helmut [Marko] y Oliver [Mintzlaff] unas horas antes del anuncio. Les pedí pensarlo unas horas… fue difícil de digerir”, confesó. Sin embargo, el respeto por la marca y su historia reciente pesaron más. “Cuando Red Bull te llama, respondes”.
Su vínculo con Horner, quien fue clave para traerlo de vuelta al universo Red Bull hace un par de años, no se diluye por el cambio. De hecho, Mekies reveló que Horner fue el primero en escribirle y llamarlo tras su designación. “Nadie va a reemplazar su carácter. Nadie lo va a hacer igual. Pero este equipo tiene fortalezas increíbles, y todos están dando un paso al frente”.

El reto de retener a Verstappen
Más allá del liderazgo, la presión deportiva es tangible. Red Bull ha caído al cuarto puesto en el campeonato de constructores y los rumores sobre el futuro de Max Verstappen se intensifican. Mekies no lo ignora. “Max quiere un coche rápido. Si se lo damos, anulamos todas las demás consideraciones”.
La prioridad, entonces, no está en reescribir la historia reciente, sino en mirar hacia adelante: recuperar el rendimiento, mantener al equipo unido y evitar que las polémicas externas sigan marcando la agenda. “Vamos a centrarnos en la competición, en darles a todos lo que necesitan para rendir al máximo”, reiteró.
Un nuevo estilo, la misma ambición
Aunque insiste en que no intentará ocupar el lugar de Horner en términos de estilo, Mekies deja claro que su liderazgo buscará empoderar más al personal, delegar, escuchar y actuar con menos estridencia pública.
En un momento de cambio profundo, Red Bull parece haber optado por una figura que equilibre el enfoque técnico con una visión más silenciosa pero igual de ambiciosa. Menos ruido, más resultados: ese es el plan de Laurent Mekies.