Pato O’Ward volvió a lo más alto en la IndyCar con una victoria estratégica en el circuito callejero de Toronto. El piloto mexicano de Arrow McLaren arrancó desde la décima posición y, con una lectura perfecta de carrera y algo de fortuna en los momentos clave, logró imponerse y recortar distancias con el líder del campeonato, Álex Palou.
Desde el inicio, O’Ward optó por una estrategia arriesgada: partió con neumáticos blandos y los cambió tras solo dos vueltas por duros, con la intención de completar el resto de las 90 vueltas sin volver a montar el compuesto más blando, muy propenso a la degradación. La jugada empezó a dar frutos rápidamente cuando un incidente de Scott McLaughlin (Team Penske) provocó una neutralización que agrupó al pelotón y reordenó las estrategias.
Mientras la mayoría de los pilotos aprovechaban para parar, Álex Palou —al volante del Chip Ganassi Racing— se mantuvo en pista con neumáticos duros, apostando por un ritmo constante y pocas interrupciones. Sin embargo, las múltiples banderas amarillas no jugaron a su favor, y el español terminó cediendo posiciones importantes, finalizando duodécimo.
O’Ward, por su parte, volvió a beneficiarse de otro momento clave cuando Alexander Rossi rompió la suspensión trasera derecha, justo después de que el mexicano hubiera completado su segunda parada. Esto le permitió retomar la punta con pista libre, enfrentando sólo una última parada antes del final. Con un ritmo sólido y sin errores, mantuvo la posición hasta cruzar la meta como ganador.
Detrás suyo, Rinus VeeKay (Dale Coyne Racing) y Kyffin Simpson (Chip Ganassi Racing) completaron el podio, este último consiguiendo su primer top tres en la categoría.
Con este resultado, Pato O’Ward recorta la ventaja de Palou a 99 puntos y se consolida como su principal perseguidor en la lucha por el título. La batalla continuará el próximo domingo en el siempre desafiante trazado de Laguna Seca.