El piloto alemán deja de ser el hombre con más Grandes Premios sin podio. Adrian Sutil hereda ahora el título, mientras Yuki Tsunoda se acerca peligrosamente.
En Fórmula 1, no todos los récords se celebran con champán. Algunos, como el de más carreras sin subir al podio, se arrastran como una sombra incómoda durante años. Hasta que un día, por fin, esa estadística se rompe. Ese día llegó para Nico Hülkenberg en Silverstone, donde, a los 37 años y después de 239 Grandes Premios, logró su primer podio en la categoría reina.
Con ese resultado, el piloto de Sauber se sacó una espina que llevaba clavada desde hace más de una década. Y con ello, dejó de ser el nombre asociado al “récord más ingrato de la F1 moderna”.

De récord ingrato… a historia de superación
El caso de Hülkenberg siempre fue especial. Campeón de GP2, veloz en clasificación, confiable para los equipos, pero sin la suerte —o la máquina adecuada— para concretar resultados grandes. Lo suyo fue una acumulación de buenas actuaciones sin recompensa. Hasta ahora.
Con su tercer lugar en Gran Bretaña, se convierte en el piloto que más tiempo esperó para subir al podio, superando al español Carlos Sainz, que lo logró tras 101 carreras.
Sutil hereda la estadística… ¿y Tsunoda está en camino?
El nuevo dueño del “récord” es Adrian Sutil, otro alemán que corrió entre 2007 y 2014 sin llegar al top 3, acumulando 128 carreras en Force India y Sauber. Le siguen en este ranking Pierluigi Martini (118) y Philippe Alliot (109).
Pero el foco empieza a moverse ahora hacia el actual piloto de Racing Bulls, Yuki Tsunoda, quien suma ya 99 carreras sin subirse al podio. Con varios fines de semana complicados esta temporada, y sin resultados sobresalientes, la pregunta es inevitable: ¿llegará al podio antes de que Red Bull decida cambiar de rumbo?
Lo que deja la historia de Hülkenberg
La emoción en Silverstone no fue solo por el resultado. Fue el símbolo de que, en F1, incluso las estadísticas más duras pueden romperse. Hülkenberg demostró que, con constancia y paciencia, las recompensas pueden llegar incluso cuando nadie las espera.
Y mientras Adrian Sutil vuelve a ocupar ese incómodo puesto en los libros de historia, muchos ya están mirando de reojo a Tsunoda. ¿Será él el próximo en romper la racha… o en cargar con ella?