En su debut con Alpine, Franco Colapinto pasó por un infierno, destrozando su A525 en la Q1. Para colmo, el ex piloto de Williams recibió una penalización de un puesto en la parrilla.

¿Qué pasó por la mente de Jack Doohan cuando vio su viejo auto incrustado en las barreras de neumáticos del Autódromo Enzo e Dino Ferrari en Imola? El australiano, presente en el lugar en su papel de piloto de reserva, probablemente nunca responderá a esta pregunta. Lo que es cierto, sin embargo, es que su sustituto, Franco Colapinto, ha tenido un muy mal comienzo en su aventura con Alpine.

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El argentino, que brilló al final de la pasada temporada durante sus apariciones con Williams, tendrá en Imola una nueva oportunidad de demostrar su valía en la categoría reina con los colores de la flecha A. Pero la historia empezó mal, con un costoso accidente. Durante la Q1, el número 43 cometió un error en la curva Tamburello y perdió el control de su coche, que se estrelló contra el muro, en el mismo lugar que Isack Hadjar, que hizo un trompo en los Libres 2.

Un incidente aún más exasperante porque Colapinto estaba a punto de clasificarse para la Q2, incluso antes de su último intento. Su exceso de compromiso pudo más que sus ambiciones. “Voy bien. Me pasé un poco y perdí la parte trasera”, explicó el joven piloto. “Es mucho trabajo para el equipo y lo siento mucho”. “Estuve al ataque en mi vuelta de clasificación, estaba muy cerca y desafortunadamente cometí un error. Estoy enojado conmigo mismo, obviamente”.

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Un enfado que probablemente compartía Flavio Briatore, que le había pedido expresamente… que no rompiera el auto. Colapinto, que inicialmente ocupaba el puesto 15 en la parrilla, fue degradado un puesto más al final de la sesión debido a una infracción de bandera roja. Se le consideró responsable por salir prematuramente al carril rápido de boxes tras la interrupción provocada por Yuki Tsunoda, sin esperar la comunicación oficial de reinicio.

Aunque esta penalización queda anecdótica en el contexto, cierra un sábado difícil, marcado por un ritmo lento y un grave error con consecuencias.