Con el paso de los meses, el acercamiento entre Toyota y Haas dentro de la Fórmula 1 empieza a mostrar un alcance mayor del inicialmente previsto. Aunque, por ahora, la colaboración se presenta como un acuerdo de carácter técnico, su influencia podría extenderse a áreas estratégicas clave, incluida la selección de pilotos a partir de 2027.
Toyota se convirtió recientemente en socio técnico del equipo estadounidense, poniendo a disposición su túnel de viento de última generación y diversas instalaciones para apoyar el desarrollo del monoplaza. Sin embargo, detrás de esta cooperación aparentemente limitada, se perfila una implicación más profunda por parte de la marca japonesa.
“Uno de sus objetivos —y no es el único— es el desarrollo de las personas. Y eso incluye a los pilotos”, reconoció Ayao Komatsu, jefe del equipo Haas, en declaraciones a Motorsportweek.
El rendimiento, por encima de todo
De cara al futuro, Haas mantiene una postura clara: el criterio principal para definir su alineación seguirá siendo el rendimiento en pista. Tanto Oliver Bearman como Esteban Ocon tienen contrato hasta el final de la temporada 2026, y Komatsu quiso dejar en claro que cualquier decisión posterior se tomará bajo esa premisa.
“Lo más importante es el rendimiento, por encima de todo. Quien se suba a nuestro coche debe ser la mejor opción en términos de resultados”, subrayó el directivo japonés.
Komatsu también descartó de plano la posibilidad de que Toyota influya mediante aportes económicos para colocar a un piloto propio en uno de los monoplazas. Incluso mencionó directamente al presidente de la marca, Akio Toyoda, para reforzar esa idea.
“Todos estamos de acuerdo en esto, incluso Akio-san. Aunque quisiera, por ejemplo, un piloto japonés de su academia, sería absurdo ponerlo en pista si no está al nivel. La gente pensaría que Toyota está comprando un asiento, y eso no es lo que somos ni lo que él representa”, explicó.
Una alianza que podría ganar peso estratégico
Si bien la estructura de Haas conservará la última palabra, las declaraciones de Komatsu confirman que Toyota tendrá voz en las discusiones futuras, especialmente en un contexto marcado por la llegada del nuevo reglamento técnico de 2026 y la reconfiguración del mercado de pilotos.
Por ahora, la relación sigue siendo prudente y basada en el desarrollo tecnológico, pero todo indica que, a medio plazo, Haas y Toyota podrían avanzar hacia una estrategia más integrada, con decisiones consensuadas que vayan más allá del túnel de viento y los datos aerodinámicos.
El proyecto está en evolución, y 2027 aparece en el horizonte como un primer punto de inflexión para medir hasta dónde llegará realmente esta alianza dentro de la Fórmula 1.