Ferrari vivirá un fin de semana cargado de simbolismo en Monza: el equipo de Maranello rendirá homenaje a Niki Lauda, al cumplirse 50 años de su primer campeonato mundial con la Scuderia.

En 1975, Lauda conquistó el título al volante del Ferrari 312 T, con cinco victorias, nueve poles y un tercer puesto decisivo en el Gran Premio de Italia del 7 de septiembre, donde su compañero Clay Regazzoni se llevó el triunfo para alegría de los tifosi. Medio siglo después, Ferrari recupera parte de aquella esencia con una decoración especial para sus monoplazas en el GP de Italia 2025.

Una decoración con sabor histórico

La SF-25 lucirá una cubierta de motor blanca inspirada en el 312 T, un alerón trasero plateado metalizado, números y tapacubos retro, además de tipografías clásicas para los nombres de los pilotos.
El homenaje también se extiende a la indumentaria del equipo y los monos de carrera, adaptados con detalles propios de la temporada 1975.

Vasseur pide equilibrio entre emoción y concentración

El director del equipo, Fred Vasseur, destacó la importancia de encontrar el balance entre la pasión del público y el rendimiento en pista:

“Como cada año, estamos deseando salir a la pista en Monza, especialmente después de Zandvoort, que no nos dio los resultados que esperábamos, incluso si demostramos buen ritmo de carrera. Para todo el equipo, estar rodeados de nuestros tifosi es una motivación increíble, pero debemos mantener la concentración desde la primera vuelta de los libres hasta la última de la carrera”.

Ferrari llega a Monza con la presión y el impulso que significa correr en casa, arropado por la inquebrantable pasión de sus aficionados. El reto, además del homenaje a Lauda, será demostrar en pista que los avances de esta temporada pueden traducirse en un resultado a la altura de la ocasión.