Aunque Cadillac confirmó que Valtteri Bottas y Sergio Pérez serán los encargados de poner en marcha su aventura en la Fórmula 1 a partir de 2026, la marca estadounidense dejó claro que su plan a mediano plazo incluye un objetivo clave: tener un piloto de casa en la parrilla.

Por ahora, la F1 sigue sin representantes estadounidenses tras la salida de Logan Sargeant. Cadillac decidió apostar por la experiencia en su temporada inaugural, descartando la opción de incorporar de inmediato a talentos de la IndyCar como Colton Herta o Kyle Kirkwood.

Una estrategia a dos tiempos

Dan Towriss, director ejecutivo de TWG, socio del proyecto, explicó que la prioridad de la primera temporada era garantizar solidez y resultados:

“Para nosotros es importante asegurarle a un piloto estadounidense el acceso a la Fórmula 1, y trabajaremos en ello. Pero para esta temporada inaugural, considerando lo que necesitaba el equipo y lo que aportan estos pilotos, fue la combinación perfecta”.

El plan se perfila hacia 2026 y 2027: Cadillac, como equipo oficial, deberá ceder asientos en al menos cuatro sesiones de Entrenamientos Libres 1 para pilotos novatos. Ese espacio podría ser la oportunidad ideal para que Herta o Kirkwood acumulen experiencia y los puntos necesarios para obtener la Súper Licencia.

Más allá de Bottas y Pérez

El dúo titular elegido revela mucho de las intenciones de Cadillac:

  • Bottas aporta su conocimiento técnico y consistencia, tras una década en la F1.
  • Pérez lleva la experiencia de competir en equipos de primer nivel y resultados probados en Grandes Premios.

Con esta base sólida, Cadillac se asegura un arranque competitivo, mientras diseña su camino hacia un futuro con identidad estadounidense en la parrilla.