Un año después de convertirse en el protagonista silencioso del mercado de pilotos, Carlos Sainz ha roto su silencio. En una entrevista para el pódcast High Performance, el español repasó un periodo complejo de su carrera, marcado por la incertidumbre, las esperanzas frustradas y una decisión final que, si bien lo coloca en una nueva etapa con Williams, todavía deja espacio para el “qué habría pasado si…”.

Sainz no esquiva la pregunta clave: ¿hubiera querido correr para Red Bull?Si se hubiera presentado la oportunidad, la habría aprovechado, responde sin dudar. Durante meses, el segundo asiento del equipo austriaco fue una de las grandes incógnitas del paddock. Sin embargo, nunca llegó esa llamada desde Milton Keynes, pese a que el rendimiento de Sergio Pérez en 2024 generaba dudas.

Lo único que puedo decir es que me llevo bien con Max”, aclara Sainz, en referencia a su antiguo compañero de equipo en Toro Rosso. Tuvimos una rivalidad sana en nuestro primer año en F1. Hoy nos llevamos muy bien”. Aun así, admite que hay factores fuera de su control: Hay que preguntarle a Christian (Horner) o a quien pueda responder esa pregunta”.

Mercedes y otras opciones que no se concretaron

Además de Red Bull, otro de los rumores más insistentes fue su posible llegada a Mercedes, luego de la salida de Lewis Hamilton rumbo a Ferrari. Pero ahí tampoco se materializó nada. Lo hablamos con Toto (Wolff); yo era una opción”, confirma. ¿Cuánto estuve cerca? Pregúntale a Toto, pero creo que está muy contento con Kimi”.

Sainz admite que uno de los motivos por los que retrasó su decisión hasta julio fue precisamente esa esperanza de encontrar un coche competitivo para 2025. “Ganar era lo más importante para mí, demostrar que aún tengo mi sitio aquí, en el podio”, señala.

Williams como punto de partida

Finalmente, la puerta de los equipos top no se abrió y Carlos eligió un camino distinto: firmar con Williams, equipo que apuesta a una recuperación progresiva de la mano de James Vowles y con el respaldo técnico de Mercedes. Aunque la elección fue estratégica, él mismo reconoce que no fue fácil aceptar la realidad del mercado:Es una frustración que me costó superar. En cierto momento entendí por qué, pero no quería creerlo”.

El tiempo dirá si el movimiento a Williams fue un paso hacia adelante o una pausa táctica en su carrera. De momento, Sainz se mantiene firme en su convicción de seguir en la élite. Su mensaje es claro: a pesar del rechazo de los grandes, no ha dejado de creer en sí mismo.