Toyota sigue demostrando personalidad al apostar por una forma de tecnología automotriz sostenible que es mucho más amigable para el medio ambiente, que los actualmente aclamados coches eléctricos
Contrario a lo que piensan otros fabricantes de automóviles, la apuesta de Toyota es por los que funcionan con hidrógeno. Desde el 2014 realizan pruebas relacionadas con algunos modelos y ahora, según lo que informa kyodonews.net colocarán un coche en las carreras de resistencia que se desarrollarán este año.
La meta de la compañía es presentar alternativas a sus clientes para eliminar las emisiones de carbono generadas por los medios de transporte. Eso no quiere decir que se alejen de los autos de batería, más bien, en paralelo desarrollan tecnologías híbridas e informan de las ventajas que tiene cada una. Así, el consumidor decidirá cual le conviene y se adapta a sus requerimientos.
El principal método que tiene Toyota para poner a prueba sus vehículos son las carreras de resistencia. Allí los coches recorren largas distancias, que en ocasiones pueden llegar a miles de kilómetros, como por ejemplo en la competencia de Le Mans. Los ingenieros están al tanto en esos eventos del comportamiento que tienen los motores, la duración del combustible y la estabilidad de las piezas en circunstancias extremas.
La intención este 2023 es probar que los vehículos que trabajan con electricidad o con combustibles naturales tienen la capacidad de copar el mercado sin que exista ningún inconveniente. Para el 2035, Japón tiene previsto eliminar la venta de autos nuevos que funcionen con gasolina y la meta para el 2050 es lograr que ninguno de los que anda en carretera tenga efectos contaminantes.
Uno de los problemas que desean corregir los mecánicos de Toyota es la temperatura que debe tener el hidrógeno en estado líquido. Después de la carrera del año pasado, los ingenieros argumentaron que la autonomía y la potencia de los vehículos mejoró notoriamente. Igualmente, lograron reducir los costos relacionados con la combustión y disminuir los riesgos de incendio.
A partir de septiembre del 2022, la compañía japonesa creó un departamento de 30 especialistas que se encargará exclusivamente del diseño de un coche que sea viable desde el punto de vista comercial y que funcione con hidrógeno por completo. El director de la marca Koji Sato expresó que las pruebas determinarán las posibilidades de que ese producto sea construido en grandes cantidades.
El principal modelo con el que Toyota desea irrumpir en el mundo de los coches eléctricos es con el Corolla Cross H2, que cuenta con un motor turbo de 3 cilindros. En vez de utilizar gasolina, se vale del hidrógeno. Para ello, han realizado modificaciones al sistema de inyección. La capacidad es para cinco pasajeros, además de un baúl en el que se acomodan sin problemas los objetos adicionales necesarios para el viaje.
Una de las ventajas que tendrían los vehículos de hidrógeno es la disminución en el uso de dos componentes que llevan a que los de batería tengan costos elevados. Se trata del litio y el níquel. Esto llevaría a que la adopción sea más rápida y generalizada entre los miles de conductores de cualquier país. Por supuesto que la potencia y autonomía deben ser las ideales, de lo contrario no serán competitivos.
Los ejecutivos de Toyota aseguran que por lo menos han recorrido la mitad del camino en las pruebas de este modelo a base de hidrógeno. Sin embargo, creen que es pronto para tomar la decisión de ensamblarlos a gran escala. Para ello, esperan colocarlos a máxima capacidad en las carreras de resistencia y allí determinarán cuales son los factores a mejorar para brindar una experiencia de alta calidad.
Pero además, el fabricante japonés presentó a mediados de diciembre un proyecto con características diferentes al del Corolla. Se trata de una Hilux que funcionará con una pila de hidrógeno. Esto ayudará a que los grupos industriales comiencen una modernización de sus flotas para eliminar la carbonización. Conseguir el diseño final requerirá la modificación interior y exterior de la camioneta para presentar una propuesta innovadora. Se espera que la construcción comience en el 2023.
Desde hace un tiempo los expertos han explicado las bondades que tiene el hidrógeno para el transporte público o privado. Uno de los proveedores que se ha tomado en serio la idea es Bosch, quienes tienen en el presupuesto una inversión de 600 M€ para mejorar las tecnologías relacionadas con el hidrógeno a finales de la década actual. Ya se comienza a ver la combinación de este combustible con las pilas eléctricas para abastecer la demanda de coches verdes. Al parecer, de otra forma será imposible lograr los objetivos.
En el caso de Toyota, los vehículos con combustibles verdes no son nuevos, aunque no han sido constantes en su producción. En el 2014 presentaron el modelo de 4 plazas Mirai. La novedad es que se impulsa con una pila de hidrógeno comprimido a 70 MPa. En total lograron vender 4.000 unidades, muy pocas si se analiza la cuota que tuvieron el resto de los coches. Este auto tiene la capacidad de alcanzar 179 km/h, con una autonomía cercana a los 500 km. Bastante aceptable de acuerdo a los estándares actuales.
Otra marca que ha realizado una apuesta similar es Hyundai con su modelo Nexo. El enfoque principal fue Corea del Sur, pero tampoco el éxito fue el esperado. Solo fueron adquiridas 8.500 unidades en un plazo de dos años. A pesar de los resultados, ambas compañías no han dejado los proyectos en el abandono y tienen pensadas grandes inversiones para mejorar los diseños y la autonomía.
Realizar un cambio de mentalidad no es tarea fácil. Aparte de los costos, que muchas veces son muy superiores a los vehículos tradicionales, están las dudas sobre su funcionamiento en las carreteras. Los conductores piensan que el rendimiento no será igual que uno de gasolina o diésel. Por ello, hacía allá deben girar las campañas informativas y publicitarias. La idea de la innovación es razonable; convencer a los usuarios es el reto en el camino.
Fuente: internetpasoapaso.com