La superioridad de Verstappen, el mal momento del F1.75 y los errores de Leclerc dejan un nuevo escenario para el final de temporada en la F1
La soberana paliza de Max Verstappen en el Gran Premio de Bélgica, en el que no sólo remontó desde el 14º al primero en poco más de un tercio de las vueltas programadas (18/44), sino que arrasó a su propio compañero, plantea algunas dudas esenciales en la reanudación del Mundial de F1 tras el parón del verano.
La diferencia entre Max y Checo
Fueron 18,5 segundos de distancia en meta entre ambos Red Bull, que ya sería mucho si ambos hubiesen salido emparejados. Pero resulta que Pérez partía segundo y Verstappen 14º, que era el 13º en la práctica por la avería de última hora de Gasly.
Hay quien sostiene que el campeón contaba ya con el chasis aligerado (entre 4 y 7 kilos) que los de Milton Keynes han homologado este verano. La prensa italiana es de esta opinión y que sólo lo tenía el holandés este fin de semana, pues no encuentran otro motivo, sin mejoras grandes aerodinámicas, para que haya tal diferencia con Ferrari y sobre todo entre dos monoplazas iguales.
El CEO de Ferrari, Mattia Binotto, no sabe si es cierto o no, pero plantea una cuestión: “Si ellos han podido hacer un chasis más ligero a mitad de temporada con el actual límite de presupuesto (145 millones de euros), sencillamente nosotros no podemos”, sentenciaba.
Desde Red Bull se jura y perjura que no lo tenía ninguno de sus pilotos en Spa y que llegará en Singapur (2 de octubre). Hay quien encuentra la diferencia en el nuevo motor estrenado por Max este fin de semana y por el que pagó la penalización en parrilla. Podría tener un renovado ERS (la parte eléctrica) con una mejor entrega de potencia, algo que en este circuito es decisivo en el tiempo por vuelta.
El estancamiento de Ferrari
Desde la época de Fernando Alonso, en Maranello nunca pudieron mantener el ritmo de evolución y la efectividad en las mejoras de Red Bull. En 2022 empezaron como el mejor coche a una vuelta y en carrera (con doblete en Bahréin), luego fueron perdiendo la hegemonía en el segundo apartado y finalmente los sábados, donde Leclerc tiene 7 poles y Sainz 2, aunque la segunda hubiera sido para Max sin la penalización recibida.
Y ahora no sólo sufren en los sectores de baja carga y alta velocidad, sino que en el segundo tramo de Spa, plagado de curvas de media velocidad, también palmaban respecto a Red Bull, e incluso con Mercedes en muchos tramos de la carrera. Sufrió Sainz lo indecible para mantener el tercero con un Russell que había salido quinto y al que tenía a 8 segundos por detrás a falta de 12 vueltas. Muy preocupante.
Si no hay una reacción inmediata, el segundo puesto del Mundial de Constructores peligra seriamente ante la mejoría del W13 en los últimos meses. Están a 41 puntos tan sólo y eso que en Spa, Toto Wolff y los suyos no estaban nada contentos con su rendimiento en Bélgica y que Hamilton abandonó por una inexplicable acción contra Fernando Alonso. Se avecinan días intensos de análisis en la factoría de Ferrari.
El bajón de Leclerc
Sainz salió de Montmeló, a mediados de mayo, a 39 puntos de Charles Leclerc y después de tres meses está a sólo 15 y bajando. El monegasco ya fue dispersándose en la segunda mitad de 2021 y este año sigue el mismo camino. Carlos, con un motor usado ha estado por delante de Charles en todas las mangas de Bélgica, incluyendo los tres libres, las tres Q de la Clasificación y la carrera. Y no es nuevo, Desde Mónaco, en todas las carreras que ambos han acabado, siempre ha estado por detrás del español.
Quedan 8 pruebas para el final y Sainz se mantiene firme, más motivado por sus progresos con el coche y es una seria amenaza para acabar por delante de su compañero, como sucedió en Abu Dabi 2021. Leclerc parece perder el interés cuando los objetivos se van alejando, por lo que parece. Su error de conectar tarde el limitador en la última parada, donde buscaba la vuelta rápida de carrera, indica una evidente falta de concentración.