Un nuevo golpe tras la crisis de semiconductores

Estas advertencias llegan justo cuando la industria automotriz parecía estabilizarse tras los años de escasez global de chips provocada por la pandemia.
A la tensión tecnológica se suman otros factores como los nuevos aranceles impulsados por Donald Trump y la ralentización en la demanda de vehículos eléctricos, que ya venían afectando las proyecciones de ventas de varios fabricantes.