Automundo en Mecum Kissimmee: donde se define el pulso del coleccionismo automotriz

Ruidoso, masivo y sin complejos, sigue siendo el lugar donde se rompen récords, se forjan recuerdos y se escribe la historia del automóvil, una puja a la vez.

Cada enero, el mundo del automóvil vuelve la mirada hacia un mismo punto del mapa: Kissimmee, Florida. No es solo una tradición ni una coincidencia estacional. Es el momento en que Mecum Kissimmee, la subasta de autos de colección más grande del mundo, vuelve a reunir a entusiastas, coleccionistas y curiosos bajo sus icónicas carpas blancas.

Más que una subasta, Mecum Kissimmee se ha consolidado como el termómetro anual del mercado de autos de colección, un evento capaz de marcar tendencias, redefinir valores y convertir cada lote en una historia.

Mucho más que martillos y cifras récord

A diferencia de otras subastas dominadas por la exclusividad o la solemnidad, Mecum combina prestigio y cercanía. Aquí conviven superautos de siete cifras con clásicos accesibles, motocicletas, hallazgos de granero y piezas de Road Art®. El ambiente no es silencioso ni distante: los motores rugen, el público se acerca, pregunta y participa.

Con más de 4,500 vehículos alineados cada año, el recorrido por Kissimmee se siente más como un museo vivo que como una sala de subastas tradicional. Muscle cars estadounidenses, joyas europeas, modelos personalizados y vehículos históricos se exhiben sin jerarquías forzadas, reforzando una idea clave: en Mecum, todos pertenecen.

Ferrari 250 GT SWB California Spyder 1963 / Foto: Mecum (Subasta 2024)

Íconos que hicieron historia… y titulares

La trayectoria de Mecum Kissimmee está respaldada por cifras que hablan por sí solas. Por su escenario han pasado verdaderas leyendas del automovilismo, como:

  • Ferrari 250 GT SWB California Spyder 1963 – US$17,875 millones (2024)

  • Ford GT40 Mk I 1966 – US$7,04 millones (2025)

  • Shelby 427 Cobra Roadster 1965 – US$5,94 millones (2021)

  • Ferrari Enzo 2004 – US$4,51 millones (2024)

Estos resultados no solo rompen récords: influyen directamente en el mercado global y redefinen el valor de modelos históricos.

Fotos: Mecum

Un evento verdaderamente inclusivo

Uno de los mayores diferenciales de Mecum Kissimmee es su carácter abierto. Los grandes coleccionistas comparten espacio con compradores primerizos, y los autos soñados se exhiben junto a modelos que aún están al alcance de muchos bolsillos.

Además, servicios como Mecum Financial Services facilitan el acceso al coleccionismo, permitiendo que nuevos entusiastas se conviertan en propietarios en cuestión de minutos. Para los vendedores, el evento ofrece una vitrina sin igual: alcance global, marketing especializado y una audiencia altamente calificada.

Un parque temático para amantes del motor

Durante una semana, el Parque Patrimonial de Osceola se transforma en un verdadero parque de atracciones para fanáticos del automóvil. Familias, niños y veteranos del mundo motor recorren el predio entre exhibiciones, experiencias interactivas, zonas de aventura, pruebas dinámicas, food trucks y actividades pensadas para todas las edades.

Lo que para algunos es un espectáculo, para otros es una tradición anual. Muchos llegan como espectadores y se van como coleccionistas. Ese es el efecto Mecum.

El punto de partida de cada año automotriz

Cuando cae el primer martillo en Kissimmee, el mercado escucha. Los valores se ajustan, las tendencias se alinean y el calendario del coleccionismo queda oficialmente inaugurado. Mecum Kissimmee no solo anticipa el año automotriz: lo define; y estaremos listos para poder informar a detalle las incidencias de la increíble subasta y su historia que no deja de sorprendernos.

  • Los Catálogos digitales de Kissimmee 2026 están aquí
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