El desenlace de la temporada 2025 de la NASCAR Cup Series fue tan impredecible como emocionante. Kyle Larson se consagró campeón sin liderar una sola vuelta, mientras que Ryan Blaney se quedó con la victoria en el Phoenix Raceway, en una jornada marcada por la estrategia y los giros del destino.

Kyle Miyata Larson celebrando su segundo campeonato /Foto: Meg Oliphant/Getty Images
Foto: Alejandro Alvarez / NASCAR Digital Media

Cuando William Byron impactó contra el muro en la vuelta 310, el golpe cambió por completo el panorama. El accidente provocó una bandera amarilla que resultó decisiva: la llamada estratégica de Cliff Daniels, jefe de equipo de Larson, permitió al piloto del Chevrolet No. 5 de Hendrick Motorsports colocarse en posición de título al tomar solo dos neumáticos nuevos, mientras Denny Hamlin —que lideraba cómodamente— optó por cambiar los cuatro.

La prórroga definió todo. Desde el carril exterior, Larson mantuvo el control mientras Hamlin, que había liderado 207 vueltas, perdió impulso en el último reinicio. El finlandés Brad Keselowski cruzó segundo y Larson, tercero, se llevó su segundo campeonato de la Copa NASCAR, el 15º para Hendrick Motorsports.

“No lideramos ni una vuelta hoy. Y de alguna manera ganamos el campeonato. No me lo creo”, dijo un emocionado Larson tras recibir la Copa Bill France.

Foto: Alejandro Alvarez | NASCAR Digital Media
Mientras Hamlin estaba aturdido, su prometida, Jordan Fish, fue la primera en recibirlo tras su salida, abrazándolo entre lágrimas mientras él se apoyaba en su auto. Foto: James Gilbert | Getty Images

Para Denny Hamlin, fue otro año de frustración. Pese a dominar gran parte de la carrera, el veterano de Joe Gibbs Racing volvió a quedarse a las puertas de su primer campeonato. “Lo di todo. Sentí que hicimos una carrera perfecta hasta las dos últimas vueltas. Así es este formato… duele”, expresó con resignación.

Ryan Blaney / Foto: NASCAR Digital Media

La victoria de Ryan Blaney, por su parte, quedó en segundo plano, aunque el piloto del Team Penske protagonizó una sólida actuación al superar a Keselowski por apenas 0,097 segundos. Fue su cuarta victoria del año y la decimoséptima en su carrera, confirmando su regularidad en la parte alta del campeonato.

“Es genial terminar así. Tuvimos un auto rápido todo el día y una buena decisión con los neumáticos. Fue una carrera intensa”, comentó Blaney, que en 2023 había sido campeón tras quedar segundo en Phoenix.

Con nueve banderas amarillas y múltiples giros estratégicos, la última carrera del año entregó un cierre a la altura del campeonato. Larson, sin dominar en pista pero con sangre fría y un equipo preciso en los momentos clave, volvió a demostrar por qué Hendrick Motorsports sigue marcando el ritmo en la NASCAR moderna.