Max Verstappen celebra hoy sus 28 años en lo más alto de la Fórmula 1. Coronado campeón del mundo por cuarta vez consecutiva en Las Vegas 2024, el neerlandés tuvo que esforzarse más que en las temporadas previas, donde su dominio fue casi absoluto. Estos son los cinco episodios que marcaron su camino hacia la cuarta corona.

Bahréin – El inicio demoledor (2 de marzo)
La temporada arrancó como había terminado 2023: con un Verstappen intratable. En Sakhir tomó la delantera desde la primera curva y nunca soltó el liderato, terminando con más de 22 segundos de ventaja sobre Pérez. Fue la señal de que el campeonato volvería a girar en torno al RB20.

Miami – El despertar de Norris (5 de mayo)
El primer triunfo de Lando Norris con McLaren encendió las alarmas. Una estrategia favorecida por el coche de seguridad y un ritmo final más fuerte que el de Verstappen sugirieron que el campeonato no sería un paseo.

Austria – El duelo más tenso (30 de junio)
En casa de Red Bull, Verstappen y Norris protagonizaron un duelo cuerpo a cuerpo que acabó en contacto. Max fue sancionado y la tensión con su excompañero de karting escaló a un nuevo nivel. Spielberg pasó a la historia como el fin de la calma entre ambos.

Azerbaiyán – Limitando daños (15 de septiembre)
Con un Red Bull desequilibrado y Pérez delante en clasificación, Verstappen salvó un quinto lugar clave en Bakú. Mientras McLaren parecía tener el viento a favor, Max se aferraba a cada punto posible, demostrando que también sabía defenderse cuando no tenía el coche más rápido.

Brasil – La remontada perfecta (3 de noviembre)
Partiendo 17.º en la parrilla, con penalización de motor y bajo lluvia, Verstappen protagonizó una de sus mejores victorias de siempre. Aprovechó cada oportunidad, incluso una bandera roja estratégica, y terminó imponiéndose por delante de los Alpine. Esa tarde en Sao Paulo dejó su cuarto título prácticamente sentenciado.
Con su cuarto título ya asegurado y 28 años recién cumplidos, Max Verstappen no solo ha marcado una era, sino que también ha demostrado que aún puede reinventarse bajo presión. Los momentos que definieron su 2024 son un recordatorio de que, incluso en su etapa de mayor madurez, el neerlandés sigue siendo capaz de encontrar nuevas formas de ganar. Ahora, en 2025, la gran incógnita es si podrá extender su reinado frente a una generación cada vez más ambiciosa.