Diecisiete años después, el Gran Premio inaugural de Singapur sigue marcado por uno de los episodios más polémicos en la historia de la Fórmula 1: el infame Crashgate, cuando Nelson Piquet Jr. se estrelló deliberadamente para favorecer la victoria de su compañero Fernando Alonso.

Una noche histórica… y polémica

Singapur llevaba años esperando su cita con la F1. La primera edición, en 2008, ya era especial: el Gran Premio número 800 de la categoría y el primero disputado de noche. Pero el legado no llegaría por las luces, sino por un accidente calculado.

En aquel momento, Fernando Alonso había regresado a Renault tras su paso por McLaren. El equipo francés soñaba con volver a los días de gloria de 2005 y 2006, pero el año no ofrecía motivos para ilusionarse. En Singapur, los Renault partían 15º (Alonso) y 16º (Piquet Jr.), lejos de cualquier opción real de victoria.

Foto: DPPI

La maniobra perfecta

En la vuelta 13, Alonso entró a boxes de manera aparentemente estratégica. Justo después, Piquet Jr. chocó contra el muro, provocando la salida del coche de seguridad y el cierre de pits… con Alonso ya dentro. El caos favoreció al español: penalizaciones para rivales, errores en repostajes y una remontada que lo llevó al triunfo, el primero de Renault desde 2006.

Lo que en ese momento pareció un golpe de suerte, un año después se reveló como un plan deliberado. En 2009, tras quedar fuera del equipo, Piquet denunció ante la FIA que Flavio Briatore (director del equipo) y Pat Symonds (director técnico) le habían pedido provocar el accidente para beneficiar a Alonso.

Foto: DPPI

Consecuencias explosivas

La confesión sacudió a la F1. Renault terminó admitiendo los hechos y despidió a Briatore y Symonds. La FIA los suspendió de por vida, aunque las sanciones se redujeron tras apelaciones legales. Briatore nunca volvió a ocupar un cargo oficial en la categoría, mientras que Symonds regresó años después como ingeniero en Williams.

Para Renault, el golpe a su imagen fue tan grande que terminó vendiendo su escudería a Genii Capital, paso previo a la reestructuración que desembocó en el actual equipo Alpine. Paradójicamente, en 2021 Alonso regresó a la misma estructura, aunque bajo un nombre distinto, completando un círculo casi irónico.