El diseñador japonés que conquistó el mundo con el roadster más vendido de la historia
La industria automotriz despide a Tom Matano, el hombre que transformó un sueño en un ícono global. El diseñador japonés, conocido como el padre del Mazda MX-5 Miata, falleció el 20 de septiembre, pocos días antes de cumplir 78 años. Su trayectoria es la historia de un creador que, pese a los obstáculos, cambió para siempre la definición de placer al volante.
De Nagasaki a California: un viaje de perseverancia
Nacido en Nagasaki en 1947, apenas dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial, Matano no hablaba inglés cuando decidió abandonar Japón para perseguir su pasión. Tras ser expulsado de su escuela de ingeniería en Tokio y con apenas recursos, se embarcó en un carguero rumbo a Estados Unidos. Primero llegó a Seattle y luego a Los Ángeles, donde estudió en el Art Center College of Design, uno de los semilleros de talento más prestigiosos del mundo del automóvil.
Antes de llegar a Mazda, Matano pasó por General Motors y BMW, donde dejó su sello en modelos como el Oldsmobile Cutlass de 1976 y el Holden Torana. Sin embargo, su mayor oportunidad llegaría en diciembre de 1983, cuando se incorporó a Mazda para liderar el proyecto de un roadster ligero y accesible.

El nacimiento de un mito: el MX-5 Miata
En una época en la que los deportivos descapotables europeos desaparecían por falta de calidad y fiabilidad, Mazda buscaba crear un biplaza con estilo clásico, conducción ágil, bajo consumo y la confiabilidad japonesa. Matano defendió la fórmula de motor delantero y tracción trasera, y escribió una historia que explicaba cómo debía sentirse el coche:
“El estilo debía ser totalmente coherente, desde la proporción general hasta el más mínimo detalle. A simple vista, se debía comprender para qué fue diseñado”.
El resultado fue el Mazda MX-5 Miata, presentado en 1989 en el Salón de Chicago. Con líneas limpias y proporciones perfectas, el Miata evocaba a clásicos como el Lotus Elan, el MGB o el Porsche 914, pero sin copiarlos. Su diseño lograba, en palabras de Matano, transmitir “ese momento de chico conoce a chica”, una conexión instantánea entre coche y conductor.
El éxito fue inmediato. En solo 10 años, el MX-5 superó al legendario MGB como el roadster más vendido del mundo, acumulando cerca de 750.000 unidades en sus dos primeras generaciones. Hoy, con más de 1,2 millones de unidades vendidas, el MX-5 Miata sigue siendo sinónimo de conducción pura y accesible.

Un legado eterno
Matano se retiró de Mazda en 2002 como vicepresidente de operaciones de Mazda R&D North America, pero nunca dejó de formar nuevas generaciones de diseñadores. Hasta sus últimos días trabajó como director ejecutivo de la Escuela de Diseño Industrial de la Academia de Arte de San Francisco, compartiendo la filosofía que lo llevó a crear uno de los coches más queridos de la historia.
En palabras de Jeff Guyton, actual CEO de Mazda:
“El MX-5 representó un nuevo comienzo para nuestra marca. Mazda siempre ha estado dispuesta a arriesgarse para ofrecer algo verdaderamente especial, y Tom Matano fue fundamental para lograrlo”.
El mundo del automóvil pierde a un visionario, pero su legado vive en cada curva de un MX-5, recordándonos que la diversión al volante no necesita de exceso de potencia, solo de un diseño perfecto y una conexión emocional.