La temporada 2025 de Fórmula 1 avanza y, mientras Mercedes se prepara para el nuevo reglamento de 2026, una pregunta sigue flotando en el paddock: ¿por qué George Russell aún no firma su renovación?
Toto Wolff ha reiterado su intención de mantener la misma dupla de pilotos —Russell y el joven Andrea Kimi Antonelli— para la era de las nuevas unidades de potencia, pero las conversaciones parecen moverse más despacio de lo esperado.
Mucho más que un simple trámite
Oficialmente, seis asientos siguen libres para 2026, entre ellos el de Mercedes. Y aunque el equipo de Brackley parte como favorito para la nueva normativa, Russell quiere claridad sobre su futuro. Según la prensa especializada, las negociaciones no solo giran en torno al salario o la duración del contrato: también pesan las estrategias a largo plazo en un mercado donde Max Verstappen podría convertirse en pieza clave si Red Bull cambia de rumbo.
El propio piloto británico, de 27 años, reconoció que retrasó deliberadamente las conversaciones durante el parón veraniego, buscando la mejor fórmula para su carrera. Una jugada que, para el campeón de 2016 Nico Rosberg, tiene un matiz estratégico: “Es horrible negociar con Toto Wolff, desaparece cuando intentas mejorar tu situación. George le está ganando en su propio terreno”.
Entre la presión deportiva y las obligaciones mediáticas
Más allá de la duración del contrato, Russell ha señalado otro factor que complica las charlas: la carga de compromisos con los patrocinadores. Eventos, entrevistas y presentaciones ocupan buena parte de su calendario, restándole tiempo para entrenar o trabajar en el simulador. “Hablar no me hace más rápido, me quita energía”, admitió.
Rosberg lo confirma: “Los equipos de élite pueden pedir hasta 60 u 80 días al año para actividades de marca. Eso, a la larga, pesa”. Incluso sugiere que este fue uno de los motivos que impulsaron a Lewis Hamilton a mudarse a Ferrari, donde las exigencias de prensa son mucho menores.
Un mercado que nadie quiere perderse
Mercedes, mientras tanto, juega en varios frentes. Wolff no oculta su interés en Verstappen y, al mismo tiempo, quiere consolidar a Antonelli como parte de su futuro. En ese tablero, Russell —que ha demostrado ser un pilar del equipo desde su llegada en 2022— busca asegurar su lugar sin quedar atado a un contrato que limite sus opciones en una parrilla que se reconfigurará con las nuevas reglas.
Por ahora, el británico sigue concentrado en la pista, pero el desenlace de estas conversaciones marcará no solo su destino, sino también el de un mercado de fichajes que promete ser uno de los más agitados de los últimos años.