El Gran Premio de Italia dejó dos grandes titulares: el tropiezo estratégico de McLaren con Lando Norris y el dominio aplastante de Max Verstappen en Monza. Para Red Bull, más allá de la victoria, la gran pregunta es cuánto de este rendimiento podrá sostenerse en los circuitos que vienen.
Verstappen ya sumaba poles y victorias este año, pero lo visto en Monza fue diferente. El neerlandés firmó un fin de semana impecable, logrando una de sus victorias más contundentes de 2025, muy por encima de lo que Red Bull había mostrado en escenarios recientes.
El director del equipo, Laurent Mekies, lo explicó como una combinación de dos factores: una ejecución perfecta de Verstappen y un paquete técnico diseñado específicamente para Monza. “Max hizo un fin de semana perfecto… no esperábamos ventaja, pero así fue”, resumió.

Ese “paquete Monza” incluyó alerones diseñados solo para este circuito y, sobre todo, una nueva especificación de suelo que mejoró la carga aerodinámica y la confianza del piloto. Solo Verstappen lo tuvo disponible en Italia, pero desde Bakú ambos Red Bull contarán con la actualización.
Aquí está el verdadero interrogante: ¿fue Monza un caso aislado o el inicio de una recuperación más amplia? Mekies se mostró optimista: “Confiamos en que es un paso en la dirección correcta. No son unas décimas, pero todo suma”.

El contraste con 2024 es evidente: el año pasado Red Bull sufrió en Monza y tampoco brilló en Bakú, donde Verstappen estuvo lejos de la pelea. Este año, Azerbaiyán servirá como termómetro para medir si el avance técnico realmente pone al equipo en la conversación del campeonato.
El título aún parece lejano: Verstappen está a 94 puntos del líder Oscar Piastri, con Lando Norris también por delante. Pero si Red Bull logra traducir las mejoras de Monza a circuitos más variados, el vigente campeón seguirá siendo una pieza clave en la batalla hasta el final.