En Pebble Beach, cada agosto, la costa de California se transforma en un escenario donde los automóviles dejan de ser simples máquinas para convertirse en obras de arte vivientes. La edición 2025 del Concours d’Elegance no fue la excepción: un encuentro en el que pasado y presente se cruzan bajo la mirada atenta de coleccionistas, diseñadores y amantes de la elegancia automotriz.
Los Class Winners, seleccionados bajo criterios de autenticidad, conservación y restauración, recordaron al público por qué este evento es considerado el más prestigioso del mundo. Las esculturas diseñadas por Emmanuel Zurini, que distinguen a cada ganador de clase, fueron testigos de un desfile de joyas que recorren más de un siglo de historia sobre ruedas.
Más allá de la competencia, Pebble Beach es un viaje sensorial: el sonido de motores de época, la perfección de los detalles restaurados y el brillo de cromados que parecen desafiar al tiempo. Los premios especiales, elegidos por jurados honorarios, aportaron una dimensión aún más emotiva, celebrando la gracia, la innovación y la pasión que rodea a cada automóvil presentado.
En un mundo donde la industria del motor se mueve hacia la electrificación y la inteligencia artificial, Pebble Beach sigue siendo un recordatorio poderoso de lo que significa la belleza atemporal. No es solo una exhibición de autos, sino la confirmación de que la historia del automóvil no se guarda en museos: aquí cobra vida, año tras año, en la brisa de la península de Monterey.