El posible regreso de Valtteri Bottas a la Fórmula 1 tendría un inicio cuesta arriba. El piloto finlandés, que se perfila para acompañar a Sergio Pérez en el debut de Cadillac en 2026, deberá cumplir una sanción de cinco puestos en la parrilla en la primera carrera que dispute, consecuencia directa de un incidente con Kevin Magnussen en el Gran Premio de Abu Dabi 2024, su última participación en la categoría con Sauber.
La situación resulta particular porque la FIA actualizó recientemente el reglamento deportivo. Desde esta temporada, las penalizaciones de parrilla solo se aplican si el piloto vuelve a competir dentro de los 12 meses posteriores a la sanción. Bajo esta nueva redacción, Bottas estaría libre de la penalización. Sin embargo, la federación aclaró que las modificaciones no tienen carácter retroactivo, por lo que la sanción del finlandés seguirá vigente.
“La sanción seguirá vigente, ya que no existe ningún mecanismo para modificar retroactivamente la sanción aplicada según el reglamento vigente en ese momento”, señaló un portavoz de la FIA a The Race.
En caso de confirmarse su fichaje por Cadillac, Bottas arrancaría su nueva etapa en la F1 en un papel secundario, al menos en la clasificación inicial. De todos modos, la penalización parece tener un efecto limitado: el proyecto Cadillac, todavía en fase de desarrollo, debutará con un chasis propio y motor Ferrari, y se espera que sus primeros pasos se den en el fondo de la parrilla, que crecerá a 22 monoplazas en 2026.
Más allá de la anécdota, el caso Bottas subraya la razón del cambio normativo: evitar que las sanciones queden congeladas durante meses o años, generando escenarios poco habituales al momento de un regreso.