El Alpine Alpenglow hizo su debut público por primera vez en el Salón del Automóvil de París de 2022 y hoy está listo para demostrar sus capacidades en condiciones del mundo real, demostrando que los motores de combustión interna se pueden “salvar” consumiendo hidrógeno.
Más allá del diseño, el punto de referencia del nuevo Alpine Alpenglow Hy4 –que será presentado estos tres días en el circuito de Spa, al margen de la carrera de resistencia de 6 horas que se disputa en el emblemático circuito belga– es su motor, que consume hidrógeno. Se trata de un propulsor Alpine de cuatro cilindros y 2,0 litros de cilindrada que produce 250 kW, es decir, 340 HP.
Dispone de sistema de inyección directa a una presión de 40 bar e inyección de agua para reducir las emisiones de NOx. Puede girar hasta 7.000 rpm. y está acoplado a una caja de cambios de carreras de serie con embrague centrífugo. Las prestaciones son comparables a las de un vehículo de gasolina: el prototipo Alpine Alpenglow Hy4 alcanza una velocidad máxima de unos 270 km/h.

Los tres depósitos del Alpenglow Hy4 almacenan gas hidrógeno (2,1 kg cada uno) a una presión de 700 bar. Estos tanques se instalan en los laterales y en la parte trasera de la cabina, en áreas ventiladas y sellados desde el interior. Un regulador de presión “baja” la presión de 700 a 200 bar, que luego se reduce aún más hasta 40 bar mediante inyección directa en la cámara de combustión.