La FIA otorga nuevos poderes a los comisarios a partir de 2026

Con la mira puesta en reducir la polémica y recuperar credibilidad, la FIA aprobó una serie de cambios en el Código Deportivo Internacional que otorgarán nuevas facultades a los comisarios deportivos desde la temporada 2026. La decisión se tomó durante la Asamblea General Anual celebrada en Tashkent, Uzbekistán, y llega como respuesta directa a una temporada 2025 marcada por decisiones arbitrales controvertidas, especialmente en Fórmula 1.

Durante el último año, varios incidentes en pista generaron fuertes críticas por parte de pilotos y equipos, reavivando el debate sobre la consistencia y transparencia del arbitraje en las principales categorías del automovilismo.

2025, una temporada bajo la lupa

Uno de los episodios más representativos ocurrió en el Gran Premio de Países Bajos, en Zandvoort. En la vuelta 27, durante la relanzada tras el primer coche de seguridad provocado por el accidente de Lewis Hamilton, Carlos Sainz y Liam Lawson protagonizaron una colisión.

La acción derivó en una sanción de diez segundos y dos puntos en la superlicencia para Sainz, entonces piloto de Williams. La penalización fue duramente cuestionada, al considerarse una aplicación excesivamente rígida de las directrices de carrera, que originalmente estaban pensadas como orientativas y no como reglas absolutas.

El equipo de Grove ejerció su derecho de revisión dentro del plazo reglamentario de 96 horas, algo poco habitual, y finalmente la sanción fue anulada, un desenlace excepcional que dejó en evidencia las grietas del sistema actual.

Reforma del arbitraje deportivo

Ante este contexto, la FIA decidió introducir cambios estructurales en la forma en que los comisarios evalúan y revisan incidentes:

  • Investigaciones iniciadas por los propios comisarios:
    A partir de 2026, los comisarios ya no dependerán exclusivamente de una solicitud de los equipos para reabrir un caso. Podrán iniciar una revisión por iniciativa propia si detectan un elemento nuevo, significativo y relevante que no fue considerado en la decisión original.

  • Aplicación más allá de la F1:
    Esta nueva facultad no se limitará a la Fórmula 1, sino que también se aplicará en Fórmula 2 y Fórmula 3, buscando mayor coherencia en toda la pirámide de monoplazas.

  • Panel de comisarios fuera de competición:
    Se aprobó la creación de un comité permanente de cinco expertos, capaz de intervenir en situaciones urgentes que no estén directamente ligadas a un evento en curso o que involucren múltiples competencias. Esto permitirá tomar decisiones durante la pretemporada o el receso de verano, algo que hasta ahora era muy limitado.

  • Más recursos económicos:
    La FIA también asignó fondos adicionales para mejorar los procesos de análisis y evaluación de incidentes, con el objetivo de elevar el nivel técnico y la consistencia de los fallos.

Un reclamo que sigue pendiente

Pese a estos avances, varios pilotos han insistido en la necesidad de contar con un panel permanente de comisarios formado por expilotos, argumentando que la experiencia directa en pista permitiría una mejor interpretación de las maniobras y situaciones límite.

Por ahora, esta propuesta no ha sido adoptada por el organismo rector, que optó por reforzar el sistema actual en lugar de reformularlo por completo.

¿Alcanzará para calmar las críticas?

Los cambios aprobados representan un paso importante hacia un arbitraje más flexible y reactivo, pero su efectividad real solo podrá evaluarse cuando entren en vigor en 2026. Tras una temporada 2025 cargada de cuestionamientos, la FIA busca enviar un mensaje claro: aprender de los errores y recuperar la confianza de pilotos, equipos y aficionados.

El desafío ahora será traducir estas nuevas herramientas en decisiones más coherentes, evitando que la polémica vuelva a ser protagonista dentro y fuera de la pista.


Dato clave rumbo a 2026
Las modificaciones al Código Deportivo Internacional comenzarán a aplicarse oficialmente en la temporada 2026, coincidiendo con el cambio reglamentario técnico más profundo de la Fórmula 1 en décadas, lo que pondrá a prueba no solo a los equipos, sino también al sistema arbitral renovado.

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