Isack Hadjar es consciente de que su llegada a Red Bull en 2026 supondrá uno de los mayores retos de su carrera en la Fórmula 1. El piloto francés reconoce que, al menos en sus primeros meses como compañero de equipo de Max Verstappen, será más lento que el tetracampeón del mundo, y asegura que ya se está preparando mentalmente para afrontar un período que anticipa como “duro” y “frustrante”.
Red Bull decidió ascender a Hadjar para la próxima temporada, ocupando el lugar de Yuki Tsunoda, quien a su vez había reemplazado a Liam Lawson apenas dos carreras después del inicio de 2025. Este contexto reciente, marcado por cambios rápidos y dificultades para igualar el rendimiento de Verstappen, ha llevado a Hadjar a adoptar una postura realista desde el inicio.
“En todo caso, el objetivo es aceptar que voy a ser más lento los primeros meses”, explicó el francés. “Si adoptas esa mentalidad, ya aceptas que va a ser muy difícil. Analizar los datos y ver cosas que aún no puedes lograr será muy frustrante, pero si lo sabes de antemano, estás más preparado”.
Hadjar no descarta que la adaptación pueda ser más rápida de lo esperado, pero subraya que Verstappen representa un desafío único dentro de la parrilla. “Quizás la forma de conducir este coche me vaya de maravilla, pero al mismo tiempo es Max Verstappen. No tiene un estilo de pilotaje fijo, se adapta a lo que le dan, y eso es lo que lo hace tan fuerte”, afirmó. Según Hadjar, esa capacidad de adaptación explica por qué el neerlandés rinde al máximo sin importar el concepto del monoplaza, temporada tras temporada.
Lejos de interpretar su enfoque como derrotista, Hadjar considera que muchos de los pilotos que pasaron por el segundo asiento de Red Bull fracasaron justamente por pensar lo contrario. “Todos creen que son especiales. Llegas pensando: ‘Es humano, voy a vencerlo’, y entonces te pisan. A partir de ahí empieza el efecto bola de nieve”, reflexionó.
Consciente de que Verstappen es, para muchos, el mejor piloto de la parrilla actual, Hadjar asume que el riesgo de quedar por detrás en el inicio es alto. “La probabilidad de que sea más lento al principio del año es muy grande. Mejor aceptarlo ahora y trabajar para reducir esa diferencia. Claro que espero ser tan rápido como él, pero siendo realistas, las posibilidades son pocas”.
De cara a 2026, el reto de Hadjar no será solo técnico, sino también psicológico: crecer junto a uno de los referentes absolutos de la Fórmula 1 sin quedar atrapado por la comparación constante, una prueba que pocos han logrado superar en el entorno Red Bull.