La Fórmula 1 y la FIA ya han definido la nueva terminología oficial que acompañará a los monoplazas a partir de la temporada 2026, en un contexto de cambios técnicos profundos que afectarán tanto a la aerodinámica como a la gestión de energía. El objetivo es claro: hacer la tecnología más comprensible para los aficionados y, al mismo tiempo, mejorar el espectáculo en pista.
Con motores híbridos que pasarán a tener un reparto de potencia cercano al 50/50 entre combustión y energía eléctrica, y con la llegada de la aerodinámica activa, la categoría ha decidido simplificar el lenguaje para explicar cómo y cuándo los pilotos podrán atacar o defenderse en carrera.
Adiós al DRS: llega el “Adelantamiento”
El tradicional DRS (Drag Reduction System) desaparece como concepto. En su lugar, la FIA ha optado por una denominación directa y fácil de entender: “Adelantamiento”.
Este sistema se activará cuando un piloto se encuentre a menos de un segundo del coche que le precede, permitiéndole desplegar energía adicional para facilitar una maniobra rueda a rueda. A diferencia del DRS, no se trata solo de abrir un alerón, sino de una ayuda integrada que combina aerodinámica activa y gestión energética.
El “Boost”, una herramienta independiente
Junto al Adelantamiento aparece otro concepto clave: el “Boost”. En este caso, se trata del uso estratégico del ERS (sistema de recuperación de energía), que los pilotos podrán desplegar cuando lo consideren necesario, independientemente de si están atacando o no a otro coche.
En la práctica, el Boost será una herramienta más flexible, pensada tanto para defender posición como para atacar en momentos específicos de la carrera.
Aerodinámica activa: Modo Recta y Modo Curva
La aerodinámica activa será uno de los pilares técnicos del reglamento 2026. Para evitar confusiones, la FIA ha optado por dos denominaciones muy simples:
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Modo Curva: es el estado normal del coche, con máxima carga aerodinámica disponible para optimizar el paso por curva.
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Modo Recta: los alerones delantero y trasero se abren para reducir la resistencia aerodinámica, aumentando la velocidad punta y mejorando la eficiencia energética.
El Modo Recta solo podrá utilizarse en zonas específicas del circuito, definidas previamente por la FIA, generalmente rectas de una longitud mínima establecida.
El gran objetivo: mejorar los adelantamientos
Más allá de la terminología, el trasfondo del reglamento 2026 es resolver uno de los grandes problemas recientes de la F1: el aire sucio y la dificultad para seguir de cerca a otro coche.
Con el reglamento de 2022, la FIA se había marcado como objetivo que un monoplaza pudiera conservar:
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95 % del rendimiento aerodinámico a 20 metros
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85 % a 10 metros
Sin embargo, los datos reales de los últimos años muestran cifras bastante más bajas:
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80 % a 20 metros
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65 % a 10 metros
Para 2026, el nuevo objetivo es:
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90 % a 20 metros
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80 % a 10 metros
Qué falló y qué se corrigió
Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA, reconoció que algunas áreas del reglamento anterior fueron explotadas por los equipos, afectando negativamente la capacidad de seguir a otros coches de cerca.
Entre los principales puntos críticos estuvieron:
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El diseño de las placas de extremo del alerón delantero, que generaban más turbulencia de la prevista.
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Los tambores de las ruedas delanteras y su mobiliario interno.
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Los bordes del suelo, que evolucionaron hacia soluciones alejadas del espíritu original del reglamento.
Según Tombazis, estas áreas han sido redefinidas para 2026 con el objetivo de reducir el “deslave aerodinámico” y recuperar la capacidad de correr pegados sin perder rendimiento.
“En 2022 todos decían lo fácil que era seguir a otro coche, y hoy es bastante más difícil”, admitió. “Creemos que el problema está solucionado para 2026, pero lo confirmaremos con el tiempo”.
Un cambio técnico… y también de narrativa
La nueva terminología no es un detalle menor. Forma parte de un esfuerzo consciente de la F1 por hacer más accesible la tecnología, especialmente en una era de coches más complejos, electrificados y con sistemas activos.
La gran incógnita queda abierta:
¿lograrán el Adelantamiento, el Boost y la aerodinámica activa devolver las batallas cuerpo a cuerpo que la F1 busca desde hace años?
La respuesta empezará a verse cuando los monoplazas de 2026 salgan a pista… y el debate, sin duda, ya está servido.