El Gran Premio de la Ciudad de México llega con una nueva tanda de actualizaciones aerodinámicas y de refrigeración, y Red Bull encabeza la lista con un paquete técnico que busca sostener el impulso ganador de Max Verstappen en la pelea por el campeonato.

El neerlandés ha recortado 64 puntos a Oscar Piastri en las últimas cuatro carreras, coincidiendo con la introducción de un nuevo fondo plano en Monza. Para la cita en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el RB21 incorpora una evolución de ese diseño, junto con ajustes en la carrocería y las salidas de refrigeración, claves en un circuito donde la altitud pone a prueba la fiabilidad de los sistemas de enfriamiento.

Según Red Bull, el nuevo piso añade una superficie superior revisada en la parte trasera del marco exterior y una línea divisoria actualizada para los pontones, optimizada para mejorar la gestión térmica. Además, los bordes del piso también fueron retocados para generar “un poco más de carga sin comprometer la estabilidad del flujo”.

Ferrari, por su parte, centró sus cambios en la fiabilidad, con nuevas rejillas de ventilación y conductos de freno traseros ampliados para refrigeración, aunque a costa de cierta eficiencia aerodinámica. “A esta altitud, el aire menos denso exige un mayor flujo interno para mantener las temperaturas bajo control”, indicó la Scuderia.

Otros equipos como Alpine, Williams, Racing Bulls y Sauber también incorporaron rejillas o salidas adicionales de la carrocería por motivos térmicos, mientras que McLaren, Mercedes, Aston Martin y Haas optaron por no introducir componentes nuevos para este fin de semana.

El comportamiento de estas mejoras será clave para definir el ritmo en la altitud de la capital mexicana, donde el aire fino reduce la carga aerodinámica y pone a prueba la eficiencia de los motores. Con Verstappen persiguiendo su quinto título consecutivo y Red Bull en plena ofensiva técnica, el GP de México promete ser una cita decisiva para el desenlace del campeonato.