Por segunda vez esta temporada, Arvid Lindblad se puso al volante del Red Bull RB21, y esta vez no fue cualquier unidad: el joven británico condujo el coche de Max Verstappen durante los Entrenamientos Libres 1 del Gran Premio de la Ciudad de México.
Al igual que otros ocho equipos, Red Bull aprovechó la sesión para ofrecer rodaje a un piloto joven. Lindblad, actualmente séptimo en la Fórmula 2 y con opciones reales de llegar a la F1 en 2026 con Racing Bulls, tuvo así su segunda oportunidad tras debutar en Silverstone.
En México, el reto fue mayor: manejar el monoplaza que pelea por el campeonato mundial. En declaraciones a la web oficial de la Fórmula 1, el piloto de 18 años reconoció haber sentido presión antes de salir a pista.
“Estaba un poco nervioso antes del inicio, sobre todo por la situación del campeonato. Era importante no cometer errores ni dañar el coche. Me concentré en mantenerme limpio y en dar una buena respuesta al equipo”, explicó Lindblad. “Además, es fantástico estar en cabeza en cuanto a tiempos por vuelta”.
El británico terminó sexto y fue el más rápido entre los nueve debutantes que participaron en la sesión. Sus tiempos y comentarios técnicos fueron bien recibidos por Red Bull, que buscaba recopilar datos útiles para el resto del fin de semana.
“El ritmo no fue malo, el coche volvió en una pieza y creo que mis comentarios técnicos fueron buenos. No podría haber hecho mucho más; veremos qué dice Max, pero el coche no estuvo tan mal”, añadió.
Aun así, Lindblad reconoció que la gestión del tráfico fue uno de los principales desafíos del día:
“Fue complicado con el tráfico, a veces teníamos secuencias diferentes, algunos hacían stints largos… En un circuito tan corto no es fácil. Como novato, tengo mucho que aprender y gestionar”.
Con un rendimiento sólido y cada vez más experiencia dentro del entorno Red Bull, Lindblad apunta a una tercera aparición en los entrenamientos libres de Abu Dhabi, antes de su posible debut en 2026 con Racing Bulls.








