El excampeón del mundo Mario Andretti no oculta su admiración por Charles Leclerc, y aunque el monegasco está firmemente ligado a Ferrari hasta 2029, el estadounidense se permite soñar con verlo algún día al volante del nuevo monoplaza de Cadillac en la Fórmula 1.

Bottas y Pérez, los primeros cimientos

Para su temporada debut en 2026, Cadillac ha apostado por una alineación de pilotos experimentados: Valtteri Bottas (36) y Sergio Pérez (35). Ambos llegan con una década de trayectoria en la categoría y la misión de construir las bases del proyecto estadounidense dentro del Mundial.

Aunque ninguno espera resultados inmediatos, tanto Bottas como Pérez han destacado la ambición del equipo y su compromiso con un desarrollo a largo plazo. El objetivo: sentar las bases de un coche competitivo que, con el tiempo, atraiga a pilotos de primer nivel.

Leclerc, el sueño de Andretti

En el Festival Deportivo de Milán, celebrado entre el 9 y el 12 de octubre, Mario Andretti confesó que Leclerc es uno de los pilotos que más admira en la actualidad:

Si algún día quisiera cambiar de equipo, lo llevaría inmediatamente a Cadillac. Ferrari es Ferrari, y tarde o temprano volverá a su mejor nivel. Siempre”, aseguró el consultor del nuevo equipo.

Andretti, campeón del mundo en 1978, considera que Leclerc tiene el talento y la mentalidad necesarios para ganar títulos, aunque reconoce que necesita un coche a la altura:

Puede ganar carreras, y si lo hace, también puede ganar un campeonato. Es un piloto muy competente. Realmente necesita otro coche.

Un objetivo a largo plazo

El asesor de Cadillac admite que el equipo aún no está en condiciones de tentar a un piloto del calibre de Leclerc, pero confía en que el proyecto evolucione rápidamente:

Necesitamos algunos años; debemos ganarnos el derecho a tener tanto talento”, concluyó Andretti.

Con Bottas y Pérez preparando el terreno, Cadillac afrontará su primera temporada en Fórmula 1 con los pies en la tierra, pero con una ambición que no se esconde. Y si todo sale según el plan, el sueño de Andretti podría transformarse en una posibilidad real en el futuro.

Por ahora, Leclerc sigue siendo el estandarte de Ferrari. Pero si Cadillac cumple su promesa, quizá algún día el destino cruce sus caminos.