Red Bull volvió a mostrarse competitivo en condiciones muy distintas a las de sus victorias anteriores, y para Laurent Mekies, director del equipo, el resultado del Gran Premio de Singapur confirma que el RB21 ha encontrado un nuevo nivel de rendimiento en todo tipo de circuitos.

Max Verstappen estuvo en la lucha por la pole y partió desde la primera fila, terminando a solo unos segundos del ganador, George Russell, y resistiendo el ataque de Lando Norris durante gran parte de la carrera. Según Mekies, lo logrado en el Marina Bay es más que una buena actuación puntual: es una señal de progreso técnico sostenido.

“Sin duda, poder luchar por la victoria aquí significa mucho”, comentó Mekies. “Después de Monza y Bakú, este era un reto completamente distinto. Estuvimos en el ritmo adecuado desde el viernes, muy cerca de la pole, y a pocos segundos del ganador. Esto demuestra que lo que hemos descubierto no se limita solo a los circuitos de baja carga aerodinámica”.

El ingeniero francés añadió que el equipo está analizando datos que podrían explicar la mejora en la eficiencia aerodinámica y la estabilidad en curva del RB21, especialmente en sectores de alta energía lateral donde antes el coche mostraba ciertas limitaciones.

“Es muy probable que podamos aprender mucho de esta carrera y de algunos pequeños aspectos de rendimiento que quizás podamos descubrir en el futuro. Austin será un desafío diferente, con curvas de velocidad media donde McLaren también fue muy fuerte aquí”, señaló Mekies.

Por su parte, Verstappen admitió que el coche no fue perfecto durante la carrera, en especial tras una estrategia agresiva que lo llevó a iniciar con neumáticos blandos para intentar adelantar a Russell al comienzo. La jugada no dio resultado, y el neerlandés tuvo que defenderse con neumáticos más degradados en la segunda mitad del Gran Premio.

“Fue muy difícil”, reconoció el campeón del mundo. “Intentamos maximizar nuestras opciones con los blandos, pero eso nos expuso a más degradación. Luego presionamos con los duros y logramos acortar la diferencia, aunque al final tuve que defenderme con neumáticos más viejos”.

Aun así, Verstappen volvió a demostrar su consistencia con un segundo puesto sólido, mientras el equipo toma Singapur como una confirmación de que el desarrollo reciente del RB21 va en la dirección correcta.

Próxima parada: Austin

El Circuito de las Américas representará una nueva prueba para Red Bull. El trazado texano combina rectas largas con una secuencia de curvas enlazadas que exigen precisión aerodinámica y gestión térmica. Si el RB21 mantiene el equilibrio mostrado en Singapur, especialmente en los sectores de alta carga, podría confirmar que la evolución técnica del monoplaza está funcionando en todo el rango de configuraciones.
En caso contrario, Austin servirá para medir cuánto margen de mejora aún tiene Red Bull frente a McLaren y Mercedes, dos rivales que también parecen llegar en pleno crecimiento.