Max Verstappen no se guardó nada tras la clasificación del Gran Premio de Singapur. El neerlandés terminó frustrado al sentir que Lando Norris le había afectado en el último sector, cuando el británico redujo el ritmo rumbo a boxes en su vuelta final. Norris había salido temprano, mientras que Verstappen fue el último en pista y acabó abortando su intento cuando apenas estaba a 0.02 segundos del tiempo de pole de George Russell.

Norris no mostró demasiada empatía.

“Siempre se quejan, se quejan de todo. Eso es Red Bull. Ni siquiera lo sabía. Iba como tres segundos por delante o algo así. Yo tampoco lo entiendo”,
Lando Norris

No fue una guerra de palabras, pero sí un roce entre dos pilotos que cada vez se cruzan más seguido en la pelea por el título. Y es que McLaren parece estar a la defensiva. Como en Bakú, el equipo decidió enviar a Norris temprano en la Q3 para evitar riesgos de banderas rojas o amarillas, aunque el resultado no cambió: quinto en la parrilla.

Red Bull, en cambio, puede arriesgar más. Con Verstappen 69 puntos detrás de Piastri y 44 de Norris, necesita recortar terreno sin margen para la cautela. El campeón mundial arriesgó al salir último, buscando aprovechar la evolución de la pista, y terminó demostrando que la brecha se ha reducido.

Piastri, por su parte, logró posicionarse por delante de su compañero de equipo y se mostró tranquilo, sabiendo que Verstappen volverá a ser una amenaza seria el domingo.

“Los últimos tres fines de semana han sido realmente buenos. Hasta entonces, probábamos configuraciones a diestro y siniestro. Ahora tenemos una base mucho más sólida y eso es lo que necesitamos”,
Max Verstappen


Hay varios factores en juego que complican el camino para McLaren últimamente, afirma el director del equipo, Andrea Stella. Foto: Sam Bloxham/Getty Images

McLaren bajo presión técnica

El director del equipo, Andrea Stella, fue directo al reconocer que McLaren no está en su punto óptimo. Según el ingeniero italiano, el MCL39 sufre en pistas con frenadas sobre baches y bordillos —como Canadá, Bakú o Singapur—, donde el coche no logra la misma estabilidad que en trazados más fluidos.

“Nuestros pilotos decían que el auto se comportaba como en Canadá y Bakú, donde tampoco fuimos los más competitivos. Ganamos tiempo a mitad de curva, pero aquí las curvas son cortas y dominadas por la frenada y la tracción.”

El propio jefe de McLaren reconoció que parte del problema también viene de su enfoque de desarrollo: el equipo ha frenado las actualizaciones para concentrarse en 2026, mientras que Red Bull, Mercedes y Ferrari han seguido mejorando sus autos.

“Tienen un alerón nuevo aquí, un suelo nuevo en Monza… nosotros no hemos desarrollado mucho últimamente. Algunos rivales han seguido empujando y eso se nota.”


Un duelo que se recalienta

Stella no dramatiza, pero admite que el margen de error se reduce:

“Red Bull fue fuerte en Monza, en Bakú y ahora aquí. Eso indica que resolvieron sus problemas tanto en circuitos de baja como de alta carga. No es sorpresa: son extremadamente capaces y Max es… Max Verstappen.”

La conclusión parece inevitable: McLaren sigue siendo fuerte, pero Red Bull vuelve a acechar. Con Piastri delante y Norris quinto, la carrera nocturna en Singapur pondrá a prueba si los de Woking pueden mantener la calma bajo presión.

Porque si Verstappen huele sangre, el impulso podría cambiar de manos mucho antes de Austin.