Durante el parón veraniego de la Fórmula 1, Carlos Sainz, piloto de Williams, cambió los circuitos por las dunas y se puso al volante del Ford Raptor T1+ que habitualmente conduce su padre en el Dakar y en el Campeonato del Mundo de Rally-Raid (W2RC).

El encuentro tuvo lugar en las dunas de Zaragoza, donde el bicampeón mundial de rallyes y cuatro veces ganador del Dakar compartió asiento con su hijo en una sesión de pruebas. Primero fue “El Matador” quien condujo con Carlos como copiloto, acercándolo a la exigente preparación física que requiere esa función en los rally-raid.

Luego llegó el momento más esperado: padre e hijo intercambiaron posiciones y el piloto de F1 se lanzó a pilotar el prototipo. Aunque sin el mismo nivel de ataque que su padre, Sainz Jr. disfrutó al máximo de la experiencia.

“¡Es divertidísimo, mucho mejor que ser copiloto!”, comentó entre risas. “Es muy diferente a la F1, donde nunca pisas a fondo hasta la cuarta. Aquí hay más modulación, sobre todo a baja velocidad. El coche es increíble, uno de los mejores que he conducido. Mi padre me decía que fuera a fondo siempre, ¡pero prefería reducir de marcha de vez en cuando!”.

El momento quedó registrado en un vídeo publicado por Ford en YouTube, mostrando la complicidad entre ambos. Para padre e hijo fue también la ocasión de sumar una nueva vivencia compartida, tras el evento de Fiorano del año pasado, donde los dos se subieron a monoplazas de Ferrari F1 para despedir la etapa del madrileño con la Scuderia antes de su fichaje por Williams.