El histórico ex presidente de Ferrari, Luca Di Montezemolo, no ocultó su preocupación por el presente de la Scuderia, a la que acusa de haber perdido la estabilidad y el espíritu que la llevó a sus años de gloria. Desde su nuevo rol como director del holding del Grupo McLaren, el dirigente italiano observa con distancia —y cierta decepción— la situación de Maranello.
“Vi las imágenes de la afición de Ferrari en Monza. Me parecieron magníficas. Es por ellos que las cosas tienen que cambiar”, declaró a La Gazzetta dello Sport. “Toda esta gente estuvo presente en el circuito y tiene una fe inquebrantable en este equipo. Ferrari tiene una enorme responsabilidad hoy, especialmente con los tifosi”.
Un gigante sin rumbo claro
Pese a ocupar el segundo puesto en el campeonato de Constructores, Ferrari se encuentra a más de 400 puntos de McLaren, líder indiscutido de 2025. La Scuderia suma dos podios menos que Mercedes y apenas una victoria, insuficiente para un equipo que se considera el emblema de la Fórmula 1.
Di Montezemolo subraya que el problema va más allá de los resultados: “Hoy Ferrari carece de un líder. No hay liderazgo y, sobre todo, no hay alma. No conozco a Vasseur y no lo critico, pero lo veo aislado. Ha habido demasiados cambios; el equipo necesita estabilidad”.
Desafíos en pleno cambio de era
El exmandatario también lamentó las recientes salidas de dos figuras clave del proyecto de motor 2026, Wolff Zimmermann y Lars Schmidt, quienes partieron a Mercedes y Audi, respectivamente. “Es una lástima que Ferrari pierda a gente importante justo antes de una nueva era de motores”, advirtió.
La obligación de volver a ganar
Ferrari no conquista un campeonato de Constructores desde 2008 ni un título de Pilotos desde 2007, su mayor sequía histórica. “Aunque hubieran ganado una carrera, no habría sido suficiente, porque Ferrari está obligado a ganar el campeonato mundial después de tantos años”, sentenció Di Montezemolo.
La Scuderia encara así una nueva temporada bajo presión, con la necesidad de encontrar el equilibrio entre desarrollo técnico, liderazgo y la pasión que durante décadas la convirtió en sinónimo de éxito en la Fórmula 1.