Mientras Pierre Gasly aseguró su continuidad con Alpine hasta 2028, el destino de Franco Colapinto sigue siendo una incógnita. El piloto argentino, que llegó al equipo francés en 2025 tras una fugaz etapa en Williams, afronta las últimas carreras del año sin garantías de conservar su asiento para la temporada 2026.
Un camino lleno de obstáculos
Colapinto heredó el segundo volante de Alpine en Imola, sustituyendo a Jack Doohan, pero lo hizo con un contrato corto: apenas cinco Grandes Premios para demostrar su valía. Sin pretemporada y tras varios meses sin competir, el joven de 21 años debió adaptarse rápidamente a un A525 difícil de domar y a un equipo que arrastra una crisis de resultados y dirección.
Flavio Briatore, director interino de Alpine, no tardó en expresar su descontento. “Lo que importa es el resultado, y no estoy satisfecho”, afirmó en agosto, cuestionando si Colapinto había llegado demasiado pronto a la Fórmula 1.
Críticas, presión y un giro inesperado
Las exigencias de Briatore parecían sentenciar al argentino. Sin embargo, actuaciones más sólidas en Zandvoort —donde logró un meritorio undécimo puesto— y una clasificación por delante de Gasly en Monza cambiaron el tono del dirigente italiano.
“En las últimas tres o cuatro carreras ha sido mucho más consistente, sin cometer errores”, reconoció Briatore, quien incluso abrió la puerta a su continuidad: “Quizás sea Franco el segundo piloto de Alpine, ya veremos. El equipo necesita estabilidad y mantener a los dos pilotos forma parte de esa estabilidad”.
Decisión antes de noviembre
Aunque Briatore ahora valora la posibilidad de mantener la dupla Gasly-Colapinto, el equipo no tomará una decisión definitiva hasta finales de octubre. Con varios asientos de la parrilla 2026 ya ocupados —incluidos los de Cadillac, con Pérez y Bottas—, Alpine debe equilibrar su deseo de resultados inmediatos con la necesidad de dar continuidad a un proyecto que busca salir del fondo de la clasificación.
Por ahora, Franco Colapinto encara las últimas carreras del calendario con la presión de demostrar que puede ser más que una apuesta temporal. Su futuro en la Fórmula 1 dependerá de cada vuelta que dé en las próximas semanas.