El rugido de Monza presenció historia: Max Verstappen no solo volvió a ganar en 2025, sino que lo hizo con una autoridad demoledora, firmando además la carrera más rápida jamás disputada en la Fórmula 1.

El neerlandés, que llevaba meses a la sombra del poderío de McLaren, arrancó desde la pole y en la primera curva ya se vio envuelto en polémica: cortó la chicana ante el ataque de Lando Norris y tuvo que devolver la posición. Sin embargo, el episodio fue apenas un paréntesis. Una vez recuperó la punta, su ritmo fue inalcanzable. Ni la presión inicial ni la estrategia de neumáticos alteraron un destino que lo devolvió al escalón más alto del podio.
“Fue un gran día para nosotros, estuvimos volando”, resumió Verstappen. Y no exageraba: paró el cronómetro en 1h13m23s, estableciendo un récord absoluto de velocidad en carrera.

McLaren: del sueño al desencuentro
Si Verstappen disfrutó de un domingo perfecto, McLaren vivió lo contrario. El doble podio con Norris segundo y Piastri tercero se tiñó de tensión interna. Primero, por la parada desastrosa de Norris (5,9 segundos en boxes) que lo relegó detrás de su compañero. Luego, por la llamada desde el muro que obligó a Piastri a devolverle la posición al británico.
El australiano obedeció, aunque con cierto resquemor. Norris, más pragmático, aceptó el segundo lugar como “lo máximo posible frente al Red Bull de Max”. McLaren sumó fuerte, pero la escena deja preguntas sobre la convivencia en un equipo que tiene prácticamente asegurado el título de constructores y mantiene a sus pilotos separados por apenas tres puntos en el campeonato.

Ferrari, entre la ilusión y la realidad
Delirio en las gradas, pero podio esquivo en casa. Charles Leclerc peleó de tú a tú en las primeras vueltas, pero terminó cuarto, a espaldas de los McLaren. Lewis Hamilton remontó desde el 10º al 6º lugar, asegurando que Ferrari se mantenga segundo en constructores, con 20 puntos de ventaja sobre Mercedes. Una actuación sólida, aunque insuficiente para romper el dominio naranja y el regreso triunfal de Verstappen.

El resto: luces y sombras
- Alex Albon brilló con una estrategia perfecta que le dio el séptimo lugar y la etiqueta de “mejor del resto” para Williams.
- Gabriel Bortoleto (8º) sigue mostrando que Kick Sauber puede molestar en la zona media.
- Kimi Antonelli sufrió una penalización que lo relegó al noveno puesto.
- Isack Hadjar firmó otra remontada memorable para quedarse con el último punto.
En contraste, varios nombres cerraron un domingo gris:
- Carlos Sainz perdió el top 10 tras ser golpeado por Oliver Bearman, que fue penalizado y solo pudo ser 12º.
- Yuki Tsunoda y Liam Lawson terminaron fuera de los puntos en 13º y 14º, sin ritmo para rescatar nada con los Racing Bulls.
- Esteban Ocon (15º) apostó por una estrategia tardía en boxes que lo dejó atrapado en la cola del pelotón.
- Pierre Gasly y Franco Colapinto, ambos con Alpine, cruzaron la meta en 16º y 17º, confirmando el fin de semana más difícil para la escudería.
- Lance Stroll cerró la lista de clasificados en 18º, a una vuelta, lejos de los puntos.
- Entre los abandonos, Fernando Alonso dejó a los tifosi sin su magia por una rotura de suspensión, mientras que Nico Hülkenberg ni siquiera pudo partir por un fallo hidráulico en su Kick Sauber.

El campeonato, en juego
La victoria de Max Verstappen no cambia la punta del campeonato —que sigue en manos de Piastri—, pero sí muestra que el tricampeón todavía tiene cartas para jugar en esta temporada. McLaren, con su superioridad colectiva, está a las puertas de un título de constructores que podría asegurarse ya en Azerbaiyán.
Mientras tanto, el pulso entre Norris y Piastri se calienta: hoy no fue solo cuestión de puntos, sino de confianza interna en un equipo que sabe que el rival más peligroso puede estar en el mismo garaje.