Tim Mayer, candidato a la presidencia de la FIA, ha dado un paso estratégico al invitar a Bernhard van Oranje, copropietario del circuito de Zandvoort, a unirse a su campaña como consultor estratégico. La noticia llega apenas tres meses antes de las elecciones, programadas para el 12 de diciembre en Uzbekistán, y fortalece la posición del estadounidense frente al actual presidente, Mohammed Ben Sulayem.


Un aliado estratégico: Bernhard van Oranje

Van Oranje, hijo de la princesa Margarita de los Países Bajos, es fundador de la empresa tecnológica Levi9 y de la fundación Lymph&Co, dedicada a la investigación del cáncer del sistema linfático. Mayer destaca su capacidad para conectar personas y generar relaciones sólidas, esenciales para una FIA más transparente y eficiente.

“Bernhard ha demostrado su valía y sabe cómo conectar a las personas. Esto es fundamental para la FIA: debemos mantener buenas relaciones con todos los componentes del deporte”, afirmó Mayer a De Telegraaf.


Propuesta de cambio y visión de largo plazo

Mayer critica la gestión actual como un “régimen de terror” y propone una FIA centrada en el servicio a pilotos, equipos y aficionados. Sus objetivos incluyen:

  • Reducción de costos en todas las categorías, incluida la Fórmula 4.
  • Simplificación de regulaciones y procedimientos complejos.
  • Planificación a largo plazo, con visión estratégica hasta 2037.
  • Mayor transparencia y fortalecimiento de relaciones con clubes y equipos globales.

Además, Mayer ya ha sumado a su campaña a David Richards, ex director de BAR F1 y responsable de Motorsport UK, consolidando un equipo con experiencia y proyección internacional.


Datos clave de la candidatura

  • Candidato principal: Tim Mayer, 59 años, ex presidente de comisarios deportivos (2009–2024).

  • Oponente: Mohammed Ben Sulayem, actual presidente.
  • Aliado estratégico: Bernhard van Oranje, consultor de Mayer.
  • Apoyo adicional: David Richards, ex director de BAR F1.
  • Elección: 12 de diciembre de 2025 en Uzbekistán.
  • Propuesta: costos reducidos, regulaciones simplificadas, planificación a largo plazo, transparencia.