Audi quiere recuperar protagonismo en el segmento premium y lo hace con una declaración de intenciones: el Concept C, un roadster eléctrico de dos asientos que anticipa la cuarta generación del TT, prevista para 2027. El modelo debutó el 2 de septiembre y se exhibirá en el Salón del Automóvil IAA de Múnich 2025, que arranca el próximo 8 de septiembre.
El Concept C es el primer proyecto de Massimo Frascella, nuevo director creativo de Audi, fichado de Jaguar Land Rover en 2024. Su importancia dentro de la marca recuerda a hitos como el Avus (1991) o el TT original (1995), prototipos que marcaron la identidad de Audi en su momento y que dieron paso a modelos de producción icónicos.
Un nuevo lenguaje de diseño: “simplicidad radical”
Frascella define esta filosofía como “reducir todo a lo esencial”, aplicable tanto al exterior como al interior de los futuros modelos. La idea es que cada vehículo combine claridad, atractivo emocional y valor cultural.
El Concept C estrena también la nueva identidad visual de Audi, con un marco frontal vertical y una firma luminosa de cuatro elementos horizontales en faros y pilotos. Según la marca, su silueta se inspira en el Auto Union Type C de 1936 y en el Audi A6 de 2004, con proporciones marcadas por un diseño de batería central y hombros robustos que definen su volumen.
El regreso del TT, ahora con techo rígido retráctil
El prototipo adelanta al próximo TT, que se ofrecerá únicamente como roadster con techo rígido retráctil, una primicia en la historia del modelo. Esta solución reemplaza la tradicional capota de lona y permitirá mantener una forma monolítica sin renunciar a la conducción a cielo abierto.
La cuarta generación del TT llegará en 2027 con versiones 100 % eléctricas y de combustión interna (ICE). Hasta ahora, Audi había producido 662,762 unidades del TT desde 1998 en sus tres generaciones, poniendo fin a la producción en 2023 por la caída en ventas del segmento.
Una estrategia corporativa más clara
El CEO de Audi, Gernot Döllner, aseguró que el Concept C “no será solo un insignia, sino un modelo con rentabilidad”, aunque su nombre final aún no está definido. Sobre el nuevo rumbo de la marca, enfatizó:
“La forma en que diseñamos nuestros vehículos es la forma en que daremos forma a nuestra empresa. La claridad será la brújula que guíe a Audi en los próximos años”.
En un mercado donde Audi ha perdido terreno frente a Mercedes-Benz y BMW (con ventas de 383,280 unidades hasta julio en Europa, frente a 418,168 y 473,892 respectivamente), la marca de los cuatro aros busca redefinir su identidad y volver a inspirar deseo en el público premium.