Las últimas temporadas de Sergio Pérez en Red Bull estuvieron marcadas por fuertes críticas a su rendimiento, especialmente en 2024, pero los resultados de sus sucesores invitan a replantear el juicio. A pesar de un claro declive en sus dos últimos años, el mexicano podría haber sido, estadísticamente, el mejor compañero de equipo de Max Verstappen desde 2019.
Desde la salida de Daniel Ricciardo, Red Bull ha probado todo tipo de perfiles para acompañar a su estrella: jóvenes de la cantera como Pierre Gasly, Alex Albon o Liam Lawson; pilotos formados en AlphaTauri como Yuki Tsunoda; o veteranos con experiencia, como el propio Pérez. Ninguno logró acercarse al ritmo del neerlandés. Gasly duró 12 Grandes Premios, Albon dos temporadas, y Lawson apenas dos carreras antes de ser sustituido por Tsunoda, quien tampoco ha mostrado grandes resultados.
En este contexto, Pérez sobresale. En clasificación, batió a Verstappen en el 14,5% de las sesiones, por delante de Gasly (8,3%), Albon (3,8%) y Tsunoda/Lawson (0%). En carrera, lo superó en el 12,2% de los Grandes Premios, siendo además el único que logró ganar carreras frente al tetracampeón mundial.
Su última temporada fue irregular: tras iniciar 2024 con cuatro podios en cinco carreras, solo sumó 49 puntos en las siguientes 18. Sin embargo, la comparación con 2025 es reveladora: Tsunoda acumula apenas 7 puntos en 14 carreras, Lawson ninguno. Verstappen ha sumado 187 de los 194 puntos de Red Bull este año, lo que ha dejado al equipo fuera de la lucha por el segundo puesto en Constructores.
La situación deja claro un problema estructural: Red Bull necesita un monoplaza que no solo potencie el estilo de Verstappen, sino que permita a su segundo piloto sumar puntos de forma constante. De haberse replicado una diferencia de rendimiento similar a la de Mercedes (Russell–Antonelli), hoy los austriacos estarían segundos en el campeonato por delante de Ferrari.
En lo personal, estos datos podrían jugar a favor de Pérez en sus negociaciones con Cadillac para 2026, reforzando la idea de que, en un equipo que respalde su estilo de manejo, aún puede ofrecer resultados sólidos en la Fórmula 1.