Aunque su continuidad parece encaminada, George Russell reconoció que la incertidumbre sobre su futuro en Mercedes ha sido difícil de sobrellevar. Con Kimi Antonelli también en espera de confirmación y la sombra de Max Verstappen rondando Brackley durante meses, el piloto británico admitió que la alineación de intereses entre él y el equipo no ha sido clara en los últimos seis meses.
“Hasta el año pasado, los objetivos del equipo y los míos estaban alineados”, explicó Russell durante el GP de Hungría. “Pero estos últimos seis meses fueron distintos. Tal vez los intereses no coincidieron del todo y eso, claro, me puso en una posición vulnerable. Era mi responsabilidad rendir y minimizar ese riesgo”.
El contexto no es menor. Mercedes mantuvo conversaciones abiertas con Verstappen —confirmadas por Toto Wolff—, mientras Russell y Antonelli esperan definiciones sobre 2026. Aun así, el británico asegura que no ha perdido la calma ni sentido que su lugar esté en peligro.
“No ha sido un periodo prometedor ni para mí ni para Kimi, pero nunca sentí que perdería mi asiento. Confío en Toto y en el equipo. Mientras siga rindiendo, sé que me apoyarán”, añadió Russell. “Quizá hace un año estaba más ansioso por cerrar algo para 2026, pero ahora me siento mejor que nunca. No hay presión de tiempo”.
Russell también se refirió a la posibilidad de firmar un contrato a corto plazo si eso le garantiza mayor competitividad. “Quiero ganar, es lo único que me importa. Más que el dinero, más que los días de patrocinio. Si un contrato más corto me da esa oportunidad, estoy abierto a ello”.
Aunque todo indica que las negociaciones para una extensión plurianual van por buen camino, el piloto de 26 años no descarta esperar hasta después del receso veraniego para oficializar su continuidad. En sus propias palabras, “cuando lleguemos a un acuerdo, lo haremos, pero tiene que ser el correcto para ambas partes”.